Las claves para tener un armario ordenado

Primer paso: decide con qué quedarte

Antes de empezar, tenemos que saber qué es lo que hay que organizar. Para ello, es de esencial clasificar la ropa entre la que realmente nos ponemos y la que no. Necesitarás tener una visión clara de todo lo que hay, por lo que te aconsejamos sacar toda la ropa del armario. Y, cuando decimos toda, es toda. Verás como hay cosas que ni sabías que tenías.

En este punto, valora cada prenda y decide con qué vas a quedarte. Piensa en cuando te la has puesto, en su estado y en si te lo volverás a poner. Eso sí, olvídate de los “por si acaso”. Este proceso mental te ayudará a tomar la decisión correcta y a no acumular ropa innecesaria. En cuanto a las prendas descartadas, si están en buen estado, te recomendamos donarlas y apostar por la economía circular.

Ordena las prendas por colores

Un buen punto de partida para ordenar las prendas que ya has decidido quedarte es organizarlas por colores. Te proponemos colocar las prendas más claras a la izquierda e ir poniendo hacia la derecha los distintos colores agrupados, hasta los tonos más oscuros. Así, conseguirás encontrar cada prenda de una forma más rápida y, además, le darás un lugar determinado.  

Utiliza cajas de almacenaje

Las cajas de almacenaje son el recurso estrella para mantener el orden. Puedes utilizarlas para guardar la ropa del cambio de armario, bolsos, pañuelos o cualquier otro objeto. Una buena opción son las de naturales, como el ratán o el algodón, que también sirven de decoración. Esta opción minimizará el caos y, como hay de tantos tipos y tamaños, es fácil encontrar una para cada necesidad.

Aprovecha el espacio vertical

Cuenta con la altura del armario para organizar tu armario. Si tienes baldas en la parte superior, son una buena opción para almacenar aquellas prendas de mayor volumen, como abrigos o mantas. Aprovecha la altura libre para colocar en la parte superior lo que menos te pongas y, a la altura de la vista, lo que más utilices. También te recomendamos aprovechar el espacio vertical a través de perchas o ganchos, en los que podrás ubicar bolsos, corbatas o pañuelos. Mejorarás su orden y, sobre todo, su accesibilidad.

Usa una prenda por percha

Es importante tener claro qué irá en percha y qué no. Lo ideal es que, en percha, vayan las prendas que sean fáciles de arrugar, las voluminosas y las más largas. Una vez tengamos claro esto, llega algo importante: no amontones varias prendas en una sola percha. Solo conseguirás que las prendas se arruguen y dejarás escondida mucha de la ropa que más te gusta.

Otro aspecto importante para evitar el ruido visual que provocan las perchas en el armario, es dejar espacio entre percha y percha. ¿El ideal? Al menos 4 centímetros, para que las prendas tengan su espacio y no se arruguen.

Si queremos ir más allá en el efecto visual, lo recomendable es que las perchas sean iguales, es decir, del mismo material, ya sean de aluminio, de madera o de terciopelo. Si te animas a alcanzar el summum del orden, no olvides tener en cuenta el tipo de prenda que irá en cada percha. Por ejemplo, si son prendas pesadas, las mejores son las perchas de madera; y si son prendas pesadas necesitarás una percha ancha, que no deforme el tejido en la zona de los hombros.

Teniendo claras estas claves, conseguirás un armario ordenado durante todo el año, ¡con cambios de temporada incluidos!