Pla-Narbona, pionero del diseño gráfico

Un talento único

Pla-Narbona consagró su vida al arte desde el primer momento. Gracias a un talento innato para el dibujo, comenzó a trabajar como ayudante de litografía y, mientras tanto, se formó en las escuela de Artes y oficios, donde se fue especializando en las artes gráficas publicitarias. Como era de esperar, sus capacidades no pasaron inadvertidas para el pintor y dibujante Ricard Fábregas, quien, tras su prematura muerte, legó a Pla-Narbona una interminable cartera de clientes.

Cualquier otro se hubiera conformado con los clientes de Fábregas, pero Pla-Narbona decidió seguir formándose y se fue a París, donde trabajó en la agencia R.L. Dupuy y se familiarizó con las corrientes surrealistas. Una influencia que marcaría toda su carrera y en la que profundizó a su vuelta a Barcelona, donde comenzó a investigar sobre diseño gráfico en nuevas técnicas y conceptos expresivos. Hasta entonces, nadie había hecho semejante esfuerzo teórico en nuestro país.

El resultado fue la construcción de un estilo propio que lo hizo inconfundible y que, precisamente por ello, lo encumbró y lo diferenció de cualquier otro artista gráfico del país. Así, entre 1960 y 1975 Plá-Narbona alcanzó un reconocimiento internacional que lo llevó a cultivar su faceta más artística, llegando a exponer en importantes galerías de Nueva York, San Francisco y Chicago. Y, por último, llegó a ejercer de escultor con el Llagost del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Barcelona y con el Homenatge al llibre en el Passeig de Gràcia.

Un pionero en el diseño gráfico español

Con semejante trayectoria profesional, cualquiera diría que el diseñador se centró en sí mismo y en su trabajo por encima de cualquier otra aspiración. Sin embargo, desde su regreso a Barcelona a principios de los 60, Plà-Narbona decidió compartir su conocimiento y las conclusiones que extraía de su investigación personal. Primero, como profesor de Plástica Publicitaria en la Escola Massana y, muy pronto, como cofundador de la primera asociación profesional de diseñadores gráficos, de la que también fue presidente.

Y, por si todo ello fuera poco, su compromiso con la profesión y con sus compañeros y alumnos lo llevó a liderar la creación de los premios LAUS, que, desde 1964 reconocen la calidad y la creatividad del diseño gráfico en España. Además, Plá-Narbona fue el primer diseñador español en ser admitido en la Alliance Graphique Internationale, con la que participó en las muestras del American Institute of Graphic Arts y el Lincoln Center de Nueva York.

Desde aquí, nuestro recuerdo y reconocimiento a un artista genial, cuyo trabajo forma parte de la colección del MoMA, del Baltimore Museum of Art y del MACBA de Barcelona, pero, sobre todo, es parte de nuestro ideario colectivo, de nuestra identidad estética y nuestros referentes expresivos. Una fuente de inspiración inmune al paso del tiempo.

FOTOS: Graffica, Creaerte.