Cajas de almacenaje, cómo usarlas y librarte del desorden

El primer paso para hacer un buen uso de las cajas de almacenaje es invertir tiempo en clasificar las prendas y utensilios y descartar todo aquello que no sea realmente útil. Después, os recomendamos poner la selección bien a la vista para valorar cuánto espacio y qué tipo de caja vamos a necesitar. La buena noticia es que hay tantos tipos de caja que no nos costará encontrar el modelo perfecto.

Almacenaje de prendas de otras temporadas y resto del armario

Si se trata de prendas que son de otras temporadas, las bolsas de almacenaje de tela y con cremallera son ideales. Las hay de múltiples tamaños, altas, bajas, anchas, cuadradas… por lo que se adaptarán perfectamente a tu espacio disponible. Nuestro consejo es que etiquetes qué prendas hay en ellas (por ejemplo:” jerseys de cuello alto”, “bufandas”, “abrigos”, etc).

Si el objetivo es cambiar la organización del armario, los cajones sin separaciones interiores no son la mejor idea. Por eso, te proponemos cajas que son organizadores, donde podrás colocar mejor prendas o accesorios de pequeño tamaño, como ropa interior, cinturones, joyas o pañuelos. Lo tendrás todo a la vista y encontrarás lo que buscas sin necesidad de desordenar el resto del cajón.

Cajas para el baño

En el baño, ya sea en muebles cerrados o en un espacio abierto, las cajas de almacenaje aportan orden al espacio y proporcionan una mejor conservación de los productos del cuarto de baño. La clave es que todo sea accesible sin tener las superficies llenas de cosas. Para ello, las cajas con tapas transparentes para los cajones son muy interesantes, sobre todo para los accesorios y objetos pequeños (gomas, horquillas, maquillaje…). Su contenido será y su acceso, mucho más fácil.

Otro must en el baño son las cajas o cestas grandes y altas para almacenar pequeños electrodomésticos como el secador, la plancha del pelo y poder esconder los cables. Las hay combinables con varios tamaños. Eso sí, lo mejor, es huir de materiales que absorban humedad.

¿Cajas de almacenaje en la cocina? ¡Por supuesto!

Las cajas de almacenaje no son solo para prendas y productos para el baño. Con ellas, ahorrar espacio en los armarios y la nevera es posible. También son muy útiles en la cocina para evitar el ruido visual que generan envases, botes o alimentos, y, además, los materiales en los que están fabricadas permiten una rápida limpieza. 

En la nevera, las cajas de plástico transparente te permitirán organizar los alimentos como, por ejemplo, zumos o latas, de manera que se aproveche al máximo el espacio y sigan siendo visibles. Estas mismas cajas también son muy versátiles como organizadores dentro de la despensa, ya que permiten guardar condimentos y especias o productos de limpieza medianos o pequeños.

También hay que tener en cuenta como opción los botes de cristal para conservar alimentos de una manera fresca y evitando los envases a medio consumir. ¡Ah! y los hay de diseño, por lo que pueden ser considerados como un elemento decorativo más dentro de la cocina.

No olvides las bolsas al vacío

Si no conoces las ventajas de las bolsas al vacío, este es el momento. Son una técnica ideal para almacenar prendas o demás textiles, tales como abrigos, toallas, nórdicos, edredones, mantas, etc. ¿Por qué? Porque además de conservar bien la prenda, reducen el espacio necesario para su almacenaje hasta en un 75% y eso sin duda es una buena razón. Además, mantienen su contenido libre de polvo, de malos olores, de humedad y, en definitiva, de cualquier agente externo que pueda comprometer a la prenda o textil.

Para almacenar en este tipo de bolsas, es aconsejable lavar las prendas antes, evitando la lejía y el exceso de suavizante. Por último, no olvides que es mejor no plancharlas, ya que la tela puede adquirir tonalidades amarillentas.