Córdoba es una ciudad milenaria que nos hace viajar en el tiempo al pasear por sus calles árabes con patios floridos. La Mezquita Catedral, los Jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos o el Puente Romano son solo algunos ejemplos de su historia y de su magnífica riqueza cultural. Un conjunto único en el mundo que le ha valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Y su gastronomía no se queda atrás. El famoso salmorejo cordobés no eclipsa a las berenjenas con miel o al sabroso rabo de toro, una cocina con raíces multiculturales que te animamos a conocer a través de 4 restaurantes que no puedes perderte.
El restaurante del chef cordobés, Paco Morales, abrió en 2016 y solo un año después obtuvo su primera estrella Michelin; la segunda llegó en 2020. Además, posee tres Soles Repsol.
En su carta, el chef propone una experiencia original que une la historia y la gastronomía de la cultura andalusí, que comienza en el siglo X, etapa de esplendor del Califato de Córdoba, hasta llegar en la actualidad, sin olvidar los siglos XV y XVI, época dorada del imperio español. En cada temporada histórica, Morales usa las técnicas y productos conocidos en su respectivo momento histórico, dándole siempre su toque personal.
De puertas para adentro, el restaurante se compone de dos zonas cuya decoración se basa en la arquitectura árabe, con cerámicas de dibujo geométrico y un aire casi futurista.
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Se encuentra en el Complejo deportivo Open Arena de Córdoba a escasos minutos del centro y de camino al conjunto arqueológico de Medina Azahara, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este templo gastronómico abrió sus puertas en 2015, bajo la batuta de Celia Jiménez, la primera cocinera andaluza en conseguir una estrella Michelín.
En su carta, la chef combina a la perfección las técnicas más innovadoras de la alta cocina con productos locales y todo ello sin perder el espíritu de los platos y sabores más tradicionales de Córdoba y Andalucía.
De la tradición andalusí han permanecido costumbres como la de comer por etapas, el orden específico de los platos, o la fritura con aceite de oliva. Las aceitunas, los escabeches, el arroz, las naranjas, la alcachofa o el azafrán nos recuerdan la influencia de la cocina más antigua.
Por último su decoración de estilo mediterráneo, sencillo y luminoso, da lugar a un ambiente íntimo y personal, cuyo diseño combina a la perfección con los platos vanguardistas de Celia Jiménez.
Conoce el Restaurante Celia Jiménez
Recomendado por la guía Michelín, el Arbequina pertenece a la cadena de hoteles Hospes y se encuentra en el Palacio de Bailio, en pleno centro de Córdoba.
Con un estilo elegante y moderno, gracias a su suelo de cristal, podrás apreciar el pavimento romano original. Un viaje en el tiempo que podrás aderezar con cómida tradicional, como el salmorejo o el rabo de toro, reinventados con un toque vanguardista. Aunque también podrás disfrutar otros sabores más exóticos, con platos y alimentos típicos de México, Perú, Japón, Tailandia y Vietnam. Además, al pertenecer a un hotel, podrás tomar el postre en el Patio de los Naranjos, o terminar la noche en la piscina de la terraza.
Echa un vistazo a Arbequina
Esta casa perteneció al famoso torero fallecido en Linares y al padre del filósofo José Ortega y Gasset, quien construyó este palacete en el año 1890 en pleno corazón de Córdoba.
Su interior consta de seis ambientes perfectos para disfrutar de la cocina del chef Juanjo Ruiz, que además es el propietario del restaurante. En su carta, encontraremos una gastronomía tradicional con mucho sabor cordobés que podremos combinar con una amplia variedad de vinos conservados en la bodega del célebre ‘Manolete’.
Sus cuatro salones están decorados con detalles dorados en elementos como espejos, sillas o sillones. Especial mención merecen las espectaculares lámparas que lucen en los altos techos del palacete y que dan el toque perfecto de distinción, junto a las obras pictóricas que recuerdan a los antiguos dueños de la vivienda.
En el exterior, el porche y el patio son los otros dos ambientes que completan el restaurante, siguiendo la misma línea decorativa y aprovechando la naturaleza como un elemento más.