Si eres un amante de la cerámica como elemento decorativo o simplemente buscas una pieza original con nombre propio, sigue leyendo. Hoy es el turno de la cerámica "Fat Lava" de West Germany. Un estilo fascinante que ha cautivado a entusiastas de todo el mundo. Con su esmalte texturizado que recuerda a la lava endurecida y sus colores llamativos, esta cerámica es un viaje a la década de los 50, 60 y 70. En este post, exploraremos su historia, sus características distintivas y cómo incorporar en tu decoración piezas que se han convertido en elementos de culto.
La cerámica "Fat Lava" tiene sus raíces en la Alemania Occidental de la posguerra. Surgió como una respuesta a la necesidad de traer vitalidad y color a los hogares en una época de reconstrucción. Fábricas de cerámica en regiones como Renania y Baviera comenzaron a experimentar con esmaltes gruesos y texturizados, dando lugar al estilo que conocemos hoy.
El término “Fat Lava” se refiere a una subcategoría de esmaltes que se caracterizan por su textura gruesa y burbujeante que a menudo se asemeja a la lava de un volcán. Aunque se utiliza a menudo como sinónimo de la cerámica alemana occidental, es importante tener en cuenta que no todas las piezas de “West Germany” son “Fat Lava”.
Lo que distingue a esta cerámica es su audacia visual. Los colores vibrantes, como el rojo, naranja y verde, junto con esmaltes texturizados que parecen lava endurecida, crean piezas únicas con unos acabados realmente originales que no pasan desapercibidas.
Su denominación se debe a la decoración esmaltada de su acabado, pues la superficie recuerda a las burbujas de lava de un volcán en erupción. La elección de tonos rojizos o anaranjados potenciaba ese efecto, que se conseguía añadiendo productos químicos al esmalte. Según la dosis utilizada, se conseguían cráteres más o menos profundos y se jugaba con el relieve mediante capas adicionales de espesor.
La cerámica "Fat Lava" de West Germany se caracterizó por una amplia variedad de piezas que abarcaron prácticamente todos los aspectos de la decoración y el uso diario.
- Jarrones: son las piezas más icónicas de este estilo y presentan formas elegantes y esmaltes llamativos que hacen que destaquen como elementos decorativos por derecho propio.
- Lámparas: muy apreciadas por su capacidad para difundir una luz suave y cálida a través de sus esmaltes texturizados. Añaden un toque de estilo retro a cualquier espacio.
- Platos y bandejas: aunque menos comunes que los jarrones y lámparas, con diseños geométricos o abstractos en sus superficies.
- Juegos de café o té: incluían tazas, platillos, teteras y azucareros.
- Figuras y esculturas: a menudo representaban formas abstractas o animales estilizados.
- Macetas y cachepots: muy populares para la decoración de plantas de interior. Sus colores y texturas únicas agregaban un toque de estilo a las plantas en maceta.
- Otros artículos decorativos: relojes de pared, ceniceros, plafones, etc
La versatilidad de la cerámica "Fat Lava" la convierte en una opción atractiva tanto para la decoración de interiores como para el coleccionismo. Cada tipo de pieza tiene su propio encanto y puede enriquecer la estética de un espacio. Pasa lo mismo con los platos decorativos.
Puedes hacerte con alguna de estas piezas en tiendas de decoración, de artículos vintage, de antigüedades e incluso en mercadillos, donde puede ocurrir que te encuentres con auténticas joyas inesperadas, y adquirirlas por un precio excelente. Las piezas de más valor acaban en casas de subasta y galerías de primer nivel. Si te apetece profundizar un poco más, no te pierdas este libro: Fat Lava: West German Ceramics of the 1960s-70s
La cerámica "Fat Lava" es un recordatorio visual de una época pasada, un testimonio de la creatividad y el espíritu de innovación de la Alemania de la posguerra. Su atractivo atemporal la convierte en una opción emocionante para coleccionistas y amantes del diseño de interiores por igual. ¿Te hemos creado una necesidad? ¡Oops!
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