Con la llegada del buen tiempo comienza la mejor época para disfrutar del exterior de nuestro hogar. El jardín o la terraza se convertirán, durante los próximos meses, en nuestro rincón favorito, un espacio a nuestra medida donde disfrutar de reuniones sociales o cenas íntimas, acompañadas de la iluminación perfecta para cada momento. ¿Has pensado cómo iluminar tu terraza o tu jardín? Pues sigue leyendo. A continuación, te contamos qué tipos de luces y lámparas existen y cómo utilizarlas.
Al elegir la iluminación para una terraza o jardín debemos tener en cuenta los aspectos atmosféricos. Antes de decidir qué tipo de bombilla o lámpara escoger hay que prestar atención a la escala IP.
El Índice de Protección determina cómo una luminaria hace frente a los agentes externos. Aquellos que entran en contacto con la parte eléctrica, como el polvo, o con los componentes internos, como el agua. El IP oscila entre el 0, ninguna protección, y el 8, cuando la luz puede, incluso, sumergirse en el agua.
Existe una amplia gama de opciones y lo ideal es decantarse por las más sostenibles. Suponen un ahorro en la factura de la luz y son más respetuosas con el entorno, sin perder calidad de iluminación.
Las bombillas LED, de bajo consumo, ofrecen una gran cantidad de luz y desprenden el mínimo calor. Además, permiten crear interesantes contrastes en espacios amplios y existe una gran variedad de modelos para elegir.
También son una opción sostenible las lámparas solares, que se cargan durante el día y generan energía eléctrica a partir de luz natural.
Con el buen tiempo aumenta la población de insectos, así que, para evitar que nos estropeen una bonita velada, nada como las luces anti-mosquitos.
Si para iluminar el interior de nuestra vivienda disponemos de una gran cantidad de estilos, diseños y materiales, las opciones de exterior son también considerables. Y responden a las necesidades de cada una de las zonas de nuestro jardín o terraza.
Los apliques, instalados en la pared o sobre los muros, son idóneos para una iluminación concreta, ya sea de una forma directa o difuminada evitando los destellos.
Cuando queremos una intensidad media o baja, nada como los plafones y las lámparas colgantes. Ofrecen un punto de luz directa creando ambientes acogedores. Podemos colgarlos del techo, si hay una parte de nuestra terraza o jardín que esté cubierta, o de una pérgola o cenador.
Para la señalización de caminos y accesos, las balizas son la elección perfecta. Van ancladas al suelo y a menudo son lámparas solares que se encienden de forma automática al llegar la oscuridad. Las farolas son muy adecuadas si queremos alumbrar algún punto concreto o el final de algún trayecto.
Los focos y proyectores aportan una intensa luz de manera directa. Instaladas en la pared o apoyadas en el suelo, son perfectas para las escaleras o la zona de la barbacoa, evitando cualquier accidente.
Si queremos utilizar la luz como un elemento decorativo más, las guirnaldas, tiras de luz y luces decorativas son sin duda una excelente opción. Ofrecen una iluminación ambiental delicada y crean espacios agradables y acogedores.
¡Ah!, y no podemos olvidar las velas, sin duda una opción alternativa para crear el mejor ambiente. Y si además utilizamos velas aromáticas, mucho mejor. Eso sí: debemos tener especial cuidado con su ubicación para evitar que la cera se derrame y provoque un accidente.
Igual que ocurre con la iluminación de interior, en el exterior de nuestro hogar podemos crear ambientes diferentes. La elección de las bombillas y el tipo de lámpara son la clave para darle protagonismo a cada espacio. No es lo mismo iluminar un espacio dedicado al relax que una zona de recreo o la barbacoa. Debemos encontrar el equilibrio entre los rincones con mayor intensidad de luz y los más tenues.
Las áreas destinadas al esparcimiento como el comedor, barra o sofás requieren una iluminación indirecta. Para estas zonas son ideales las soluciones de iluminación ambiental. Puedes optar por macetas, cubos, bolas, guirnaldas, farolillos o columnas decorativas. Así conseguirás que la intensidad de la luz será menor, tenue y cálida, que no deslumbre.
El jardín, accesos y caminos necesitan mayor intensidad para evitar accidentes. Ocurre lo mismo en el caso de la piscina, rodearla de balizas permite delimitar el espacio y señalizar al mismo tiempo. Para iluminar el bordillo puedes optar por focos empotrados o tiras de LED. Y si lo deseas, para darle un toque diferencial, puedes optar por lámparas flotantes.
La zona de la barbacoa o el área de juegos precisan una iluminación clara y directa que permita ver a la perfección. Aunque también puedes optar por darle más relevancia a algunos elementos destacando, por ejemplo, un arbusto, una fuente o crear destellos en algunas plantas con tiras de luz o guirnaldas.
Si en un momento determinado necesitas iluminar una zona que no lo esté puedes utilizar soluciones portátiles que no tienen cables y no necesitan enchufe.
Lo importante es conseguir una iluminación equilibrada que combine distintas intensidades dependiendo de la zona de tu jardín o terraza. Jugar con las luces y las sombras para crear un ambiente acogedor e íntimo. Por cierto… ¡Esperamos haberte iluminado con nuestras sugerencias
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