Uno de los elementos decorativos que más viste una casa es decorar con alfombras, gracias a su capacidad para transformar por completo un espacio aportando carácter, calidez y color. Pero no te engañes, la elección de alfombras puede ser complicada, y a veces, caemos en errores típicos que, sin embargo, podemos empezar a corregir. Vamos a verlos.
Hay tantas opciones de materiales para alfombras que es fácil no saber por dónde empezar. En este aspecto influye mucho tu gusto personal, pero debes tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales antes de elegir.
Las alfombras de piel natural serán el foco de atención en cualquier estancia. Llaman la atención de cualquiera. No solo visten el espacio, también son muy suaves, flexibles y muy resistentes.
En un mismo espacio es posible colocar alfombras de distintos tamaños, colores e incluso materiales. ¡Deja volar la imaginación! Lo bueno de este tipo de combinaciones de alfombras es que tienen muchas opciones, y en cualquier momento puedes quitar o poner según te apetezca.
Al igual que la pintura, los colores de las alfombras pueden variar en función de la iluminación de cada estancia. Es importante tener esto en cuenta para que, a la hora de elegir un color, combine perfectamente con la habitación a decorar.
Las alfombras de colores neutros, con algo de textura, son las más versátiles a la hora de dar luminosidad a las zonas principales de la casa y crear sensación de continuidad. Además, son las más adecuadas para las estancias más pequeñas, ya que visualmente hará que parezcan más grandes. Si, por el contrario, prefieres una alfombra lisa de un color más sólido y oscuro, conseguirás que la zona en la que se encuentre tenga mayor protagonismo.
Los estampados en las alfombras no solo sirven como decoración, también son una excelente forma de disimular pequeños restos de suciedad. Al tener varios dibujos, colores y formas, da la impresión de que siempre están en perfecto estado. Este tipo de alfombras es la mejor opción para las zonas de mayor circulación, ya que es donde hay más posibilidades de que se puedan llegar a ensuciar más.
Una alfombra en el baño es un sí rotundo. Pero no cualquier tipo de alfombra. Olvídate de las típicas alfombrillas de baño que ya están pasadas de moda. El baño es el lugar perfecto para que lo presida una bonita alfombra, grande y confortable. Ideal para hacer aún más apetecible el momento del baño.
El tamaño de la alfombra dependerá del espacio a decorar, pero hay algo que es indudable: las alfombras grandes visten cualquier estancia en cuestión de segundos. En este tipo de alfombras tan grandes, lo ideal sería que todas las patas de sofás y muebles queden dentro del área que dibuja la alfombra. ¡Queda genial!
Ahora que ya conoces todos los trucos, anímate a ponerlos en práctica. Seguro que hay más de un rincón en tu casa que tiene mucho que ganar si eliges la alfombra adecuada.