Tener un rincón en tu hogar donde disfrutar de un buen libro y reducir el estrés del día a día es un lujo que solo los amantes de la lectura entenderán. Crear un lugar de lectura en el que albergar o iniciar tu colección personal de libros es una increíble forma de agregar un espacio útil al hogar. ¡Y es más fácil de lo que piensas!
¿Una habitación dedicada en exclusiva o mejor en un rincón especial? Para responder a esta pregunta primero deberás hacerte otra: ¿tu biblioteca será un santuario para ti o un lugar donde compartir momentos con la familia?
Si deseas un lugar donde dar rienda suelta a tu afición a la lectura, decántate por buscar un lugar en el que no se desarrolle ninguna actividad que pueda provocar distracciones. Mejor si le puedes dedicar una habitación en exclusiva y, si por espacio, es complicado, puedes crear un rincón en tu dormitorio o en el despacho que se convertirá en el lugar ideal para disfrutar de un buen libro. En el caso de que la lectura sea para ti un momento perfecto para compartir con la familia, la sala de estar o el salón es el lugar perfecto para ubicar tu biblioteca.
Independientemente de dónde decidas ubicar tu biblioteca en casa, es imprescindible escoger la iluminación adecuada: en el caso de las áreas de lectura, los expertos recomiendan crear una iluminación en capas, en la que la mayor intensidad de iluminación esté directamente enfocada al libro, pero con una luz tenue que ofrezca calidez al ambiente.
Cuando busques una buena luz de lectura, además de iluminar el libro, deberás tener en cuenta el color de la luz, que no debe ser ni muy blanca, ni muy amarilla, y también la intensidad, siempre mejor si puedes graduarla.
Los estilos de estanterías integradas, como son las empotradas o de obra, permiten maximizar el almacenamiento y se diseñan adaptándose a la perfección a la arquitectura de la estancia donde se vayan a colocar. Este tipo de estanterías se convierten en el punto focal de cualquier estancia por lo llamativo de su construcción y tamaño, pero cuentan con un inconveniente y es que no puedes cambiar su ubicación dentro de la casa.
Por otro lado, las estanterías independientes puedes moverlas de ubicación cuando lo desees o cambiarlas cuando quieras darle un toque distinto a la decoración de tu biblioteca. Son más versátiles y existen diseños adaptados a cualquier estilo.
Otra opción más moderna, son los estantes de pared. Ocupan un espacio mínimo y ofrecen un almacenamiento considerable. Una opción más minimalista, sin duda
Una vez hayas decidido el lugar donde ubicar tu biblioteca, la iluminación y el estilo de las estanterías, todavía queda una de las partes más importantes: el lugar donde sentarse a leer.
Sofá sillón, butaca, puff, chaiselongue… Hay muchas opciones donde elegir que vienen determinadas por el espacio, el estilo de la estancia y tus necesidades. Por ejemplo, para una biblioteca más clásica, un sofá tipo chéster; para una más moderna, una butaca de diseño. Si eres de los que prefieren leer recostado, opta por un chaiselongue o si quieres estar sentado cómodamente, ¿qué tal un sillón tipo Lounge chair?
El orden de tu biblioteca dice mucho de ti. Hay muchas formas de clasificar tus libros: puedes organizarlos por colores, por temáticas o por título. Puedes colocarlos con el lomo en vertical o en horizontal, e incluso combinar ambos.
La practicidad de la biblioteca no está reñida con una buena estética. Puedes combinar objetos decorativos con libros en las estanterías. Además, hay volúmenes que son una auténtica obra de arte y que merecen un lugar destacado y bien visible en tu biblioteca.
Como hemos visto, una biblioteca es mucho más que tener un lugar donde almacenar libros. Es un pequeño oasis en medio de la realidad, al que podemos escaparnos y dedicar tiempo a la lectura. Un espacio muy personal, que está preparado para llenarse de vida, pero sobre todo, de historias.
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