Reformar nuestro hogar siempre es un momento emocionante. Sin embargo, conviene ser cautelosos, porque podemos causar molestias a los vecinos. Para evitarlo, desde los ayuntamientos se establecen unos horarios para hacer obras en casa. A continuación, vamos a ver cuál es el permitido legalmente.
Normalmente los propietarios desean proseguir las obras durante los fines de semana, mientras que los vecinos reclaman su derecho a descansar. Entonces ¿cómo se compatibilizan ambos derechos? Lo cierto es que la ley sí contempla que se pueda continuar con las obras, pero debemos tener en cuenta las siguientes condiciones:
Como decíamos anteriormente, estos horarios pueden variar en función de lo que dispongan las leyes autonómicas. De hecho, es posible que incluso los amplíen. Así, podemos citar algunos ejemplos:
Conviene informarse bien en el ayuntamiento donde se localice la vivienda acerca de los pormenores de la ordenanza local que –como ya hemos dicho– puede diferir de un municipio a otro.
No respetar lo dispuesto en las normas tiene sus consecuencias. A este respecto, las diferentes leyes autonómicas y locales pueden discrepar en cuanto al importe de estas sanciones, pero, en cualquier caso, a modo orientativo, podemos hablar de las siguientes cuantías dependiendo de la gravedad de la infracción:
En cualquier caso, no es necesario solicitar una autorización por parte de los vecinos, aunque sí que se les debe informar acerca de la reforma que se pretende realizar y la duración de la misma.
La normativa autonómica y las ordenanzas municipales suelen imponer límites de ruido que se sitúan alrededor de los 35 decibelios. Así, sin ir más lejos, un taladro puede alcanzar un ruido de 70 decibelios en nuestro propio hogar, de modo que es una cuestión delicada que conviene tener muy presente. No en vano, si nos excedemos, los vecinos afectados pueden solicitar un informe pericial acústico para denunciar que las obras que estamos realizando no se acogen a la normativa.
En definitiva, si te has propuesto hacer obras en casa, conviene dejarse guiar por el sentido común y respetar la ley. Por consiguiente, además de obtener los correspondientes permisos de obras en el Consistorio, debemos ser conscientes de las necesidades de descanso de nuestros vecinos y los perjuicios que les podamos ocasionar.
Si consideras que puede ser realmente molesto, puedes incluso preguntarles acerca de en qué momento del día les parece más adecuado que realices las tareas más ruidosas. De esta manera, crearás un clima de armonía y, sin duda, los vecinos agradecerán el detalle.
Muchas personas son reacias a vivir en zonas próximas a una línea de media tensión y más aún si se trata de una línea de alta tensión. No en vano, existen estudios según los cuales estar expuestos a ellas puede alterar nuestro organismo. Así, desde la Fundación Vivosano, nos apuntan los siguientes riesgos:
En cualquier caso, no podemos obviar que todas estas conclusiones son controvertidas y, por consiguiente, muchos expertos las ponen en tela de juicio. Sin embargo, el principio de precaución debe regir en esta cuestión y, ante la duda, es recomendable evitar la cercanía de nuestra vivienda a una línea de media tensión y, por supuesto, ceñirnos a lo que establece la ley sobre la distancia mínima de entre 5 y 6 metros entre la vivienda y las zonas ocupadas por este tipo de instalaciones eléctricas.