Ikon ha sido reconocido como Residential High Rise Development Spain en la 27ª edición de los European Property Awards. La ceremonia virtual de entrega tuvo lugar el pasado 11 de diciembre y en ella se dieron cita los proyectos más exclusivos del sector inmobiliario en el continente europeo. Hoy queremos compartir con todos vosotros la ilusión y el orgullo de haber recibido este premio para uno de nuestros proyectos más emblemáticos.
Los International Property Awards comenzaron en 1993 con tan solo 10 categorías residenciales. En la actualidad, después de años de crecimiento y tras haber superado el cuarto de siglo, su presencia es prácticamente mundial, con delegaciones en África, Arabia, Canadá, Caribe, América del Sur y América Central, Europa, Reino Unido y Estados Unidos. En todas ellas, nos encontramos con un elenco de participantes de altísimo nivel, lo que da buena cuenta de la exigencia y el prestigio que los premios han alcanzado año tras año.
En el caso de los European Property Awards, Ikon ha competido con los mejores proyectos residenciales que destacan por su altura. Entre todos, un panel de expertos formado por más de 80 miembros ha valorado distintos parámetros, como el diseño, la calidad, las zonas comunes, la innovación, la originalidad y la sostenibilidad. Un examen exhaustivo que revela la solidez del proyecto que Ricardo Bofill ha creado para Valencia. Un verdadero icono de la modernidad destinado a ser un referente en la nueva arquitectura de la capital mediterránea.
Desde el primer momento, Ikon ha sido un proyecto muy especial. Por un lado, supone completar una puerta de entrada a la ciudad, finalizando un proyecto urbanístico que había quedado en suspenso durante años. Por otro, quisimos que fuese Ricardo Bofill quien lo llevase a cabo. Y no solo porque se trata de uno de los mejores arquitectos europeos, sino también porque él fue uno de los pioneros en la transformación urbanística de Valencia.
Su proyecto para el antiguo cauce del Turia, conocido como Jardines del Turia, cambió para siempre el trazado de la ciudad y abrió una vía verde que ha ido creciendo con el tiempo. Tanto es así, que se ha convertido en el parque urbano más grande de España y en uno de los más largos de Europa, con diez kilómetros de un extremo a otro. Todo un éxito que supuso un espaldarazo para transformar una zona de difícil reconversión y que se ha consolidado como uno de los lugares más característicos de la ciudad.
Por todo ello, en Ikon, aspiramos a revivir esa intención, en este caso con una doble vertiente. En primer lugar, aportamos un edificio singular, un elemento de identidad para un barrio en expansión. Y, en segundo lugar, completamos un acceso monumental a la ciudad y lo hacemos con un edificio del que todos los valencianos pueden sentirse orgullosos.
Ikon ha superado todas las expectativas, también en lo comercial. A día de hoy, ya se ha vendido más del 50% de la promoción, pero las primeras reservas llegaron el mismo día de su presentación. La expectación que el proyecto ha generado y el compromiso personal de Bofill durante todo el proceso creativo han marcado la diferencia. Gracias a ello, han sido muchos los que han querido participar para hacer realidad este proyecto. Al fin y al cabo, es una ilusión compartida entre nosotros y nuestros clientes. Un motivo de satisfacción que, además, nos reafirma en nuestra apuesta por el diseño como factor diferenciador.
En todos nuestros proyectos, su integración en el entorno, ya sea urbano o natural, es fundamental. Por eso, desde su planteamiento, Ikon ha sido un residencial ideado para Valencia. La blancura de su fachada es un guiño al sol del Mediterráneo, mientras que su piscina y su jardín de plantas autóctonas nos transportan de inmediato a la costa. Esa frontera natural que se dibuja en el horizonte y que siempre hemos tenido presente, sobre todo a la hora de diseñar los áticos, en los que nos encontramos con una vista que abarca el litoral, la huerta y las montañas.
De hecho, Ikon también trata de las dimensiones y las perspectivas: el edificio en la ciudad y la ciudad en el mundo. Desde sus más de 100 metros de altura, tenemos Valencia a nuestros pies. Abarcamos con la vista la ciudad en la que nos hallamos inmersos y la situamos en su contexto, en el mundo. Y lo hacemos con perspectiva, siendo conscientes de la medida humana y respetando la medida de la naturaleza. Una visión que trasciende lo arquitectónico y nos da una idea de hasta qué punto los edificios hablan de nosotros mismos y de lo que podemos llegar a conseguir con ellos.
FOTOS: Kronos Homes y Kai Försterling para EFE.