La magnitud de un proyecto como Ikon, que pronto será el edificio residencial más alto de Valencia y que forma parte del legado de Ricardo Bofill, supone un espacio de referencia a nivel urbano que no podíamos desaprovechar. La altura de las grúas y su futura condición de icono arquitectónico llevaron a Manuel Clavel a idear una propuesta artística que trasciende el mero embellecimiento estético de un espacio de trabajo. Se trata de una verdadera instalación artística que trabaja con tres elementos fundamentales: la luz, el color y su carácter temporal.
Lo que durante el día es una máquina plenamente funcional e imprescindible para el desarrollo de las obras, por la noche se transforma en una escultura luminosa, que surge de la oscuridad y se proyecta hacia el cielo. En palabras de Clavel, “un objeto escultórico, poético y misterioso que desaparece en la atmósfera”, un elemento que nunca pierde su esencia industrial y con el que “a través de la transformación con la luz se consigue un efecto extraordinario”.
Un efecto que no solo podemos disfrutar en Valencia, sino también en nuestros proyectos The Collection, en Puerta de Hierro; Park74, en Torrejón de Ardoz; Nolita, en Valladolid; y The Valley, en Colmenar Viejo. Cuatro residenciales vanguardistas e innovadores diseñados por arquitectos de prestigio como Joaquín Torres, Julio Touza, Óscar Miguel Ares, o Gregorio Alarcia, que brillan con luz propia noche tras noche, mientras durante el día crecen hasta hacerse realidad.
Texto: Nacho Carratalá.
Vídeo y fotos: Kronos Homes.