Si estás pensando en construirte una casa, verás que la elección de tu futuro tejado no es tan sencilla como pensabas: tejados planos, a dos aguas, a tres aguas e incluso a cuatro… Las posibilidades que nos brinda cada uno de ellos son infinitas. Por eso conviene estudiar bien el asunto y conocer los múltiples tipos de tejados para casas.
La decisión que tomemos no será solo una cuestión estética, sino también funcional, sobre todo, en lo referente a la meteorología y al clima específico de cada zona. Así, un paseo por el norte de España nos revelará un paisaje dominado por viviendas con tejados a dos o tres aguas, mientras que en el sur imperan los planos, o a un agua. A continuación, vamos a conocerlos un poco más.
Esta clase de techos los encontramos allí donde las nevadas son muy poco frecuentes, porque, si optamos por un techo plano en una región de alta montaña, correremos el riesgo de que la nieve quede acumulada y tengamos que subir a retirarla.
En este sentido, aunque su imagen se asocia a la arquitectura más moderna y vanguardista, los techos planos presentan ciertos inconvenientes adicionales, como la ausencia de una cámara de aire que nos aísle del frío y del calor.
Esta opción abunda en las localidades de montaña, en las que una fuerte nevada puede comprometer el tejado de la casa. Gracias a su inclinación, la nieve acabará deslizándose y no se acumulará mucho espesor, salvaguardando la integridad estructural de la cubierta.
Estos tejados se componen de dos faldones o planos inclinados unidos en el centro. Su parte más alta se conoce como cumbrera o hilera y crea una pendiente por la que se evacúa el agua, impidiendo que se acumule tanto la lluvia como los copos de nieve.
Dentro del tejado a dos aguas encontramos múltiples tipos que conviene conocer:
También es preciso hablar del material. Al respecto, debemos aclarar que la estructura del techo a dos aguas se suele realizar en hormigón o incluso madera. Además, normalmente, se aplica una capa de recubrimiento impermeabilizante. En cuanto a la cubierta, los siguientes materiales son los más utilizados:
Por último, no podemos pasar por alto el tejado a tres o cuatro aguas, especialmente recomendados para las casas más grandes, gracias a que permiten una perfecta evacuación del agua sin necesidad de una cubierta de mucha altura para cubrir la gran distancia entre fachadas.
Si no os habéis visto en la necesidad de cambiar las de tu casa, seguro que no sabías todos los materiales que tienes a tu disposición:
Otra opción que suele barajar es la instalación de chapas de acero inoxidable, láminas de cobre, así como las láminas de policarbonato. Estas últimas se distinguen por su ligereza, su resistencia y porque permiten el aprovechamiento de la luz solar, dado que son traslúcidas.
Como hemos visto, la oferta es tan amplia que no resulta fácil tomar una decisión. Por este motivo, siempre es buena idea buscar el asesoramiento de un experto al que podamos exponer nuestros gustos y necesidades para que, en función de ellos, pueda hacernos una propuesta adecuada.