En palabras de Carme Piguem, fundadora de RCR, la arquitectura nace de un sueño. Un sueño que se plasma en el proyecto y que, para Ricardo Bofill, comienza en el momento de sentarse frente al papel en blanco. El mismo papel al que Eduardo Souto de Moura quiere trasladar la realidad para transformarla con el pensamiento. Todo, con un objetivo que también comparten con Rafael de La-Hoz; que el proyecto y su entorno sean indivisibles.

A lo largo de nuestra trayectoria, hemos descubierto que cada arquitecto, como persona y como profesional, es único. La visión revolucionaria de Bofill, su constante evolución; la calidad artística de Rafael de La-Hoz; la fusión entre arquitectura y paisaje de RCR; o el pragmatismo y el enfoque social de Eduardo Souto de Moura. Cada uno con su propia personalidad y su propia forma de ver el mundo y, sin embargo, todos con un nexo en común: la arquitectura es su vida.

Compartimos el legado de nuestros arquitectos: su arquitectura. Obras atemporales que, como apunta Ricardo Bofill trascenderán las fronteras del tiempo. Serán arte, como siempre ha buscado Rafael de la-Hoz, y estarán al disfrute de futuras generaciones. Pero además cumplirán la pretensión de Eduardo Souto de Moura, contribuirán a la felicidad de las personas. Porque, como explica Saïd Hejal, nuestro objetivo es diseñar una vida de la que nos sintamos orgullosos.