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3 estilos decorativos para tu árbol de Navidad
La tradición del árbol de navidad comenzó en Alemania en el siglo VII y en el siglo XVI se iluminó por primera vez, pero no sería hasta el siglo XIX cuando la tradición de decorar los hogares con un árbol lleno de adornos se extendió por toda Europa. Hoy en día, se ha convertido en una actividad fundamental para las fiestas navideñas y en un elemento decorativo de gran relevancia en nuestros salones. Pero ¿qué día es el idóneo para decorar el árbol? El 8 de diciembre, que coincide con la festividad de la Inmaculada Concepción, es el día marcado en el calendario.
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A continuación, os proponemos tres estilos decorativos para tu árbol de Navidad.
El significado de los adornos
Es cada vez más habitual ver árboles de navidad adornados con todo tipo de elementos de distintos materiales, desde bastones de caramelo hasta piñas secas. La decoración puede ser una actividad divertida cuando hay niños en casa, Pero los adornos tradicionales tienen un significado más profundo.
Las guirnaldas, lazos y cintas, son el símbolo de la unión familiar. Las bolas del árbol recuerdan a las manzanas que se ponían en la antigüedad y hacen referencia a la abundancia. Las campanas son signo de alegría, las piñas de esperanza. El muérdago es prosperidad y purificación en el hogar. Las luces nos iluminan y la estrella nos guía en el camino.
No solo es importante la parte más visible del árbol, tampoco podemos perder de vista el soporte y podemos encontrarlos de madera, metal, plástico e incluso tela, en forma de cesta o valla y, para árboles naturales, los hay hasta con depósito de agua.
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Estilo tradicional, siempre de moda
La decoración tradicional de Navidad no pasa de moda, la combinación de rojo, verde, blanco y dorado sobre un gran abeto natural o artificial es perfecta para crear una estampa de lo más navideña en el interior del hogar.
Los colores también tienen un significado, el rojo habla del amor y la generosidad, el verde es esperanza y naturaleza, el blanco significa la pureza y el dorado prosperidad y riqueza.
El árbol de Navidad clásico es grande y frondoso, por lo que, para lucir como merece, necesita un lugar amplio que no sea de paso. Los adornos se depositan compensando los colores; las bolas de color rojo se mezclan con campanas doradas, luces en forma de vela y una gran estrella en la parte alta como colofón. Por último, los regalos a los pies del árbol serán el sello perfecto para una decoración navideña de lo más tradicional.
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Estilo nórdico, el blanco de la Navidad
El estilo nórdico ha conquistado el mundo, no solo a nivel decorativo, sino también como estilo de vida basado en la sencillez y la unión con la naturaleza y el uso de lo estrictamente necesario, sin excesos.
Un árbol de Navidad decorado con este estilo es simple y bello al mismo tiempo. Los colores perfectos para los adornos son los tonos neutros, blancos y grises en forma de pájaros, campanas o estrellas y piñas naturales.
Incluso sin nada, un pequeño árbol con algún detalle navideño es perfecto si queremos seguir el estilo nórdico en estas fiestas.
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Estilo romántico, el rosa como protagonista
El estilo romántico es sofisticado y elegante. Un árbol de Navidad decorado con este estilo dará calidez y belleza a la estancia.
Los tonos pastel y, en concreto, los rosas combinan a la perfección con el plateado y el blanco, con o sin brillo, y aportarán luz al árbol navideño. Los adornos en formas redondeadas son idóneos para el estilo romántico, como las mariposas o las flores. Y por supuesto, no podrán faltar las bolas en cualquiera de los colores citados.
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El árbol de navidad es el elemento decorativo por excelencia de estas fiestas. Elijas el estilo que elijas, o incluso si lo dejas todo en mano de los más pequeños, será el gran protagonista y el encargado de alegrar el hogar, dándole luz y color a cualquier rincón.
