Cómo influye la decoración en tu estado de ánimo y viceversa

La iluminación y los colores son los elementos más influyentes en nuestro estado de ánimo

La luz del sol estimula la producción de las hormonas que regulan nuestro estado de ánimo. Seguro que has notado como un día de sol radiante tienes más energía y te sientes más feliz, que los días nublados y de lluvia. Es importante que tu hogar recoja esa fuente de luz a través de sus ventanas y balcones para mantener un estado de ánimo positivo.

Lo mismo pasa con la elección de los colores a la hora de decorar nuestro hogar, ya que tienen un peso mayor de lo que creemos en nuestras emociones. Es importante saber qué te transmiten los colores que vas a emplear.

Por lo general, según la teoría del color, el blanco es el más usado en nuestros hogares, ya que es un color neutro y muy versátil para cualquier estancia, además de transmitir tranquilidad y armonía. Por su parte, el azul es un tono refrescante, que también evoca paz y está muy relacionado con dormitorios y salas de descanso. En cuanto a colores más estimulantes, el naranja y el amarillo, el color de la energía, son perfectos para los detalles, pero hay que tener cuidado, porque si recargamos nuestras estancias con estos tonos, podemos llegar a provocar emociones negativas. No obstante, esto depende de la experiencia de cada persona: si un color nos recuerda un mal momento de nuestra vida, entonces asociaremos directamente ese tono a un sentimiento negativo.

Por tanto, es importante pararnos a pensar qué sentimiento nos producen cada uno de los colores y usarlos en nuestro beneficio.

La distribución y el orden son fundamentales para ser felices

El Feng Shui dice que la distribución de los espacios es muy importante para el bienestar y tu estado de ánimo. Tanto si creemos en esta filosofía milenaria como si no, el orden y cómo distribuyes tus espacios va a determinar cómo te sientes. La cama sin hacer, los platos sin limpiar, un armario desorganizado son ejemplos claros de cansancio y tristeza. Tener un hogar desorganizado puede provocar ansiedad, estrés o falta de concentración, por lo que es imprescindible mantener el orden para una mejor salud mental.

Por otro lado, distribuir bien tus espacios y mantener un ambiente despejado es la clave para que tu casa se convierta en un lugar elegante y acogedor. ¿Cómo puedes lograrlo? Busca el equilibrio entre el tamaño de los muebles y el espacio del que dispones en cada estancia. Además, te recomendamos dedicar un espacio para cada actividad y buscar un lugar para tu independencia e intimidad. Es tan importante dedicar una zona para compartir momentos con tus familiares como poder relajarte y tener la intimidad necesaria para conectar contigo mismo.

Apuesta por una decoración que te aporte buenas sensaciones

Como ya hemos hablado en anteriores artículos, el contacto con la naturaleza es muy importante para nuestra felicidad. Introduce elementos naturales que te evoquen buenas sensaciones en tu día a día, como plantas, una buena ventilación, una terraza, un balcón bien cuidado o aromas que te transmitan paz.

Elige piezas de decoración que distingan tu casa y te llenen de buenos recuerdos. Poco hay más auténtico en un hogar que reservar un espacio para contar tus experiencias personales a través de tus fotografías familiares, de viajes o momentos especiales que te inspiran y que son importantes para ti. En cuanto a tus muebles, elige piezas cómodas y confortables, pero sobre todo selecciona objetos que te transmitan algo especial. Por ejemplo, una pequeña escultura de alguien a quien admiras o un cuadro de tu casa familiar que te haga sentir bien.