Después de un verano lleno de descanso y momentos de relajación, la vuelta a la rutina nos brinda una oportunidad perfecta para retomar o comenzar una actividad física que nos permita cuidar nuestra salud y fomentar nuestro bienestar. Practicar un deporte en el gimnasio o al aire libre son algunas opciones que puedes contemplar. Hoy, hablaremos sobre cómo puedes adaptar tu hogar para convertirlo en un espacio fitness que te motive a mantenerte activo.
El primer paso es identificar un rincón adecuado donde puedas realizar tus entrenamientos. Puede ser una habitación, un espacio libre en el garaje, o incluso un pequeño rincón en tu sala de estar. Para ello, analiza que el sitio seleccionado pueda adaptarse a un diseño ergonómico.
La ergonomía desempeña un papel fundamental en el rendimiento deportivo y la experiencia general durante los ejercicios. Tener un espacio bien planificado y organizado permite un flujo de movimiento más fluido y natural en los entrenamientos, ayuda a prevenir lesiones y tiene en cuenta tu comodidad.
Para conseguirlo, redistribuye o escoge una zona limpia de muebles u objetos que puedan obstaculizar tus ejercicios, organiza tu equipamiento -pesas, gomas, fitball, esterilla- para que sea accesible y asegúrate de que la zona esté bien ventilada e iluminada.
Dependiendo del tipo de ejercicio que quieras hacer, deberás seleccionar las herramientas necesarias. En este caso, te presentamos algunas que puedes implementar en tus rutinas:
Tener un espacio cómodo es primordial para la buena realización de los ejercicios, pero también es importante adaptarlo al diseño y estilo que más te guste.
Escoge los materiales que vayas a utilizar dependiendo del estilo de tu casa. Opta por equipos de entrenamientos metalizados si buscas un aspecto moderno y elegante que se integre perfectamente en espacios contemporáneos o minimalistas.
Otra opción es escoger la madera. Esta brindará un ambiente cálido y acogedor al espacio, especialmente si buscas un estilo más rústico o bohemio.
Si quieres crear un espacio dedicado para la práctica del deporte en casa y el lugar es pequeño, aprovecha cada rincón de manera inteligente para crear un gimnasio funcional y sofisticado.
Opta por una zona que tenga iluminación natural y, sobre todo, ventilación. Utiliza equipos de entrenamiento compactos y plegables que se puedan guardar fácilmente cuando no estén en uso.
Cuelga espejos en las paredes para crear una sensación de amplitud y mejorar la técnica durante los ejercicios. Incorpora estanterías o cestas colgantes para mantener el espacio organizado y almacenar los accesorios de entrenamiento.
Tener una iluminación inteligente en tu espacio fitness no solo te permite ajustar la luz según tus necesidades, sino también contribuye a crear una atmósfera agradable que motiva y mejora la experiencia de entrenamiento. Por ejemplo, durante ejercicios de alta intensidad, como levantamiento de pesas o cardio, una luz más brillante y nítida puede ayudarte a mantener el enfoque y la energía. Por otro lado, para actividades de estiramiento, yoga o meditación, una luz suave puede favorecer la concentración y la relajación.
La presencia de plantas en interiores aporta frescura y vitalidad, al tiempo que mejora la calidad del aire y promueve una sensación de bienestar. Por ello, te recomendamos que decores tu espacio con algunas plantas o flores frescas.
Ya no tienes excusa: solo te queda buscar un hueco en tu día a día y dedicarle un tiempo a la práctica del ejercicio, varias veces a la semana, para crear un hábito saludable. Con estos consejos y tu fuerza de voluntad, ¡será pan comido!
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