A la hora de comprar o vender una casa, uno de los procedimientos habituales es la tasación del inmueble para saber exactamente cuál es su valor. Sin duda, es uno de los pasos más importantes para solicitar una hipoteca, pues resulta un requisito imprescindible para su tramitación. Por lo tanto, merece que le prestemos mucha atención y este artículo pretende resolver cualquier cuestión que existe en torno a ella.
La tasación la podemos definir como un proceso mediante el que se conoce el valor oficial de algún bien que se calcula teniendo en cuenta una determinada metodología que establece una Orden Ministerial de 1994, emitida por el Ministerio de Economía y Hacienda. Además, debe efectuarse por el profesional cualificado para ello para que sea considerada válida.
Por lo tanto, hablamos de un informe oficial que certifica el valor de un bien (ya sea mueble o inmueble) que elabora un tasador homologado por el Banco de España. Este documento se suele emplear para diferentes fines como solicitar una hipoteca e incluso para el reparto de una herencia.
Para la tasación de una vivienda se emplean distintos métodos:
Método de comparación que consiste en tasar el inmueble en comparación con otros 6 inmuebles similares.
Método de coste en el que se determina el valor de un inmueble teniendo en cuenta la suma del coste de todos sus componentes
Método de tasación residual en el que se calcula el valor de solares o inmuebles en rehabilitación
Método de actualización de rentas, aquí se obtiene el cálculo del valor del inmueble dependiendo de su capacidad para generar beneficio.
El proceso de tasación se componen de una serie de pasos. En primer lugar el tasador acude al inmueble para elaborar un plano y realizar fotografías. Además, toma como referencia seis viviendas del entorno que reciben el nombre de “testigos” y que se comparan con el inmueble que se pretende sacar a la venta. También se ocupa de identificar que la finca registral es la correcta y que en la nota simple no consta ninguna ilegalidad urbanística.
Para llevar a cabo una tasación inmobiliaria se tienen en cuenta diversos factores que son los que enumeramos a continuación:
La tasación de una vivienda es imprescindible si queremos solicitar una hipoteca. Conviene recordar que el importe del préstamo variará dependiendo del valor del inmueble. Por ejemplo, en el caso de una vivienda tasada en 200.000 euros, no suelen conceder más del 80% de su valor.
No se puede hablar de un precio concreto. Las dimensiones de una vivienda de 50 metros cuadrados no entraña el mismo trabajo que la tasación de un chalet de 400 metros cuadrados aislada. También las características entran en juego a la hora determinar un precio por este servicio.
En el caso de una tasación para la solicitud de una hipoteca este gasto corre de cuenta de la entidad financiera.
La tasación hipotecaria tiene una validez de seis meses. Pasado ese periodo se recomienda solicitar una nueva.
¿Qué pasa si compro una casa por debajo del valor de tasación?
En este tipo de situaciones pueden surgir ciertos problemas con Hacienda, ya que en la liquidación de tributos, como el IVA, su precio se calcula sobre el valor de compraventa. Pero si es inferior al valor de tasación de la vivienda, Hacienda puede exigir que se efectúe una liquidación complementaria.
¿Cuánto tarda un tasador en tasar una casa?
Una vez que se ha realizado la visita a la vivienda y el tasador dispone de toda la documentación necesaria, el informe puede estar listo entre tres y siete días hábiles.
¿Cuándo es el mejor momento para tasar una casa?
Cualquier momento es bueno para tasar una vivienda, sobre todo si tenemos necesidad de obtener este informe. Normalmente será un requisito ineludible si pretendemos solicitar una hipoteca o una ampliación.
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