En el ámbito inmobiliario, una serie de documentos acreditan que un inmueble cumple con lo establecido legalmente en materia de construcción y edificación. Uno de ellos es el acta final de obra o AFO. Si no estás familiarizado con él, a través de esta guía precisamos qué es, cuáles son los datos que incluye y por qué es tan importante tanto para una promotora como para un comprador.
En cuanto a qué es el AFO de una vivienda, se trata de un documento esencial en el proceso de construcción. Ello es así porque acredita la finalización de una obra y que la misma se ha completado conforme al proyecto aprobado y cumpliendo las normativas y regulaciones aplicables.
Como veremos en otro apartado, el documento de fin de obra está elaborado y firmado por la dirección facultativa, es decir, por los técnicos que, designados por un promotor, se encargan de dirigir y controlar técnicamente la ejecución de una obra.
Por cierto: llegados a este punto, es conveniente explicar la diferencia entre acta final de obra y certificado final de obra, pues a veces suelen confundirse. Pero, como puede comprobarse a continuación, sus finalidades son bien distintas:
El acta final de obra es necesaria cuando una vivienda ya construida no dispone de una licencia de primera ocupación válida porque no se solicitó en su día, ha caducado o la edificación nunca fue legalizada correctamente.
Para que tenga validez, es primordial que el acta final de obra incluya datos relevantes del proyecto. De igual manera, el AFO debe acompañarse de una documentación adicional que acredite que una obra está realmente terminada y en condiciones de ser usada o inscrita. Veamos…
Por lo que respecta a la información incluida en el documento, en un acta de final de obra suelen reflejarse los siguientes datos:
A través del AFO se pone de manifiesto la entrega de una obra terminada por parte del constructor. Y en el documento también se hace constar la aportación de documentación complementaria. A saber…
Una vez emitido el acta final de obra, hay dos trámites que permiten regularizar una vivienda a nivel registral y catastral: la inscripción del AFO y la documentación complementaria en el Registro de la Propiedad y la comunicación de la obra a la Dirección General del Catastro. De esta forma, una vivienda quedará legalizada y podrá ser vendida, transmitida o hipotecada.
El acta final de obra es emitida por la dirección facultativa de la obra, es decir, por los técnicos que han dirigido el proyecto y su ejecución, quienes también redactan, certifican y firman este documento técnico para dejar constancia oficial de que la obra ha finalizado conforme al proyecto aprobado, la normativa aplicable y las condiciones de seguridad, habitabilidad y calidad requeridas. Concretamente, el AFO está firmado por:
En situaciones excepcionales, cuando no se puede contar con los técnicos originales (por ejemplo, por fallecimiento u otros motivos), es posible que un arquitecto colegiado independiente emita un certificado técnico, visado por su colegio profesional, que acredite la finalización de la obra.
Dicho certificado no sustituye al AFO en todos los contextos, pero puede cumplir una función equivalente para registrar una obra nueva o regularizar la situación de un inmueble en determinadas circunstancias.
Por todo lo expuesto, confiamos en que ahora tengas más claro qué es el acta final de obra, un documento de suma importancia tanto para una promotora como para un comprador. Ello es así porque:
¿Es obligatorio inscribir el AFO en el Registro de la Propiedad?
¿Qué sucede si una vivienda no tiene AFO?
¿Qué coste tiene el acta final de obra?
Te puede interesar
No te pierdas nuestros artículos