Si piensas comprar, alquilar o reformar una vivienda, es importante que conozcas la diferencia entre cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación (LPO), pues se trata de dos documentos que a veces se confunden. Si no estás familiarizado con ellos, a través de esta guía te explicamos su finalidad y cuándo son necesarios.
En cuanto a la cédula de habitabilidad, acredita que una vivienda reúne las condiciones mínimas de salubridad, higiene, solidez o superficie útil para ser habitada.
Ahora bien: conviene explicar que la obligatoriedad de este documento depende de la normativa autonómica. En las siguientes comunidades autónomas sigue siendo imprescindible para vender o alquilar una vivienda o dar de alta suministros:
En las comunidades autónomas donde la cédula de habitabilidad ha sido suprimida, la licencia de primera ocupación también sirve para acreditar la habitabilidad de la vivienda, de modo que ya no es necesario un documento adicional.
Si quieres ampliar tus conocimientos y conocer los distintos tipos de cédulas existentes, te animamos a leer nuestra guía dedicada a la cédula de habitabilidad.
Por su parte, la licencia de primera ocupación es un permiso administrativo emitido por el ayuntamiento donde se ubica la vivienda. En este caso:
La licencia de primera ocupación se relaciona habitualmente con las construcciones de obra nueva y las reformas de importancia, pero también es necesaria cuando un inmueble cambia de uso o servicio. El ejemplo más claro es la transformación de un local en vivienda.
La licencia de primera ocupación es obligatoria en España desde que entró en vigor el Reglamento de Disciplina Urbanística, aprobado por el Real Decreto 2187/1978, de 23 de junio. En su artículo 1.10, dicho reglamento establece que, entre otros supuestos, «la primera utilización u ocupación provisional de los edificios e instalaciones en general» requiere una licencia previa.
En el caso de que estés interesado en comprar una vivienda y desees saber si tiene licencia de primera ocupación, para comprobarlo puedes seguir estos pasos:
Como ya se ha comentado, la licencia de primera ocupación es otorgada por el ayuntamiento cuando la inspección realizada a una vivienda es favorable y se comprueba que su construcción o reforma se ha ejecutado de acuerdo con el proyecto técnico aprobado y que cumple con las condiciones exigidas para la concesión del documento.
La licencia de primera ocupación es solicitada por la constructora, el promotor inmobiliario o el propietario del inmueble. Y, a menudo, arquitectos y aparejadores incluyen el trámite en sus honorarios.
Ya que hemos hecho referencia al trámite, para obtener el documento es imprescindible acudir al ayuntamiento de la localidad donde se ubique la vivienda y:
Llegados a este punto, habrás podido comprobar que cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación son documentos parecidos. Pero, como veremos en los siguientes apartados, presentan una serie de diferencias que conviene conocer.
Por lo expuesto, ha quedado de manifiesto que cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación no son lo mismo:
En lo referente a las diferencias legales y administrativas entre cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación, a través de esta tabla pueden conocerse de un vistazo:
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Documento |
Emisor |
Finalidad |
Utilidad |
Vigencia |
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Cédula de habitabilidad |
Comunidad autónoma |
Acredita las condiciones básicas para habitar una vivienda |
Dar de alta suministros, escriturar, alquilar, etc. |
Establecida por la comunidad autónoma |
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Licencia de primera ocupación |
Ayuntamiento |
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En lo relativo a la utilidad, ¿cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación son documentos necesarios para adquirir una vivienda o alquilarla? Veamos…
Si te preguntas cómo conseguir la cédula de habitabilidad o la licencia de primera ocupación, toma nota de los documentos que las administraciones piden para concederlas.
Documentos para solicitar la cédula de habitabilidad:
Documentos para solicitar la licencia de primera ocupación:
La citada documentación puede variar dependiendo de la administración pública a la que se solicite la cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación.
Aunque ya se ha hecho referencia a ello, también es primordial saber que carecer de cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación tiene consecuencias legales y prácticas.
Por ejemplo, en algunas comunidades autónomas no disponer de la licencia de primera ocupación se sanciona con multas de miles de euros. Y no contar con la licencia o la cédula de habitabilidad, según corresponda, es un obstáculo para algo tan necesario como dar de alta servicios básicos.
Si ambas partes lo acuerdan explícitamente en un contrato, se puede vender o alquilar una vivienda sin cédula de habitabilidad ni licencia de primera ocupación. Ahora bien: implica un riesgo legal, por lo que es aconsejable contar con estos documentos.
En definitiva, cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación son documentos parecidos pero no idénticos. Recuerda: la primera tiene como fin certificar que una vivienda puede ser habitada; y la segunda prueba que una construcción o reforma se ha llevado a cabo según el proyecto y la normativa urbanística.
¿Puedo escriturar una vivienda sin cédula de habitabilidad?
Sí, se puede escriturar sin cédula de habitabilidad, ya que el notario no la exige como requisito legal. No obstante, este documento puede ser necesario posteriormente para dar de alta suministros, alquilar la vivienda en comunidades donde sea obligatorio o acreditar sus condiciones de habitabilidad en determinados trámites.
¿Cómo sé si una vivienda tiene licencia de primera ocupación?
Para saber si un inmueble cuenta con la licencia de primera ocupación hay que acudir al ayuntamiento donde se ubique la vivienda y presentar la documentación requerida por el consistorio.
¿Qué pasa si compro una vivienda sin licencia de primera ocupación?
Podrías tener problemas para escriturar, vender o alquilar, solicitar una hipoteca, dar de alta los suministros… Su ausencia puede ser motivo de anulación de un contrato de compraventa y, en algunas comunidades autónomas, carecer de ella se sanciona con multas de miles de euros.
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