Al firmar un préstamo hipotecario, una persona se compromete a devolver el dinero prestado por una entidad financiera, más los intereses correspondientes, en un plazo determinado de tiempo. Pero, ¿qué sucede durante el mismo? ¿Es posible realizar consultas periódicas sobre las cuotas a pagar, los intereses y el capital pendiente? La respuesta es que sí lo es. Y es ahí donde entra en juego el cuadro de amortización. ¿Quieres saber qué es y cómo funciona?
Si no has oído hablar de él o no tienes claro qué es el cuadro de amortización de una hipoteca, se trata de una tabla que muestra cómo se distribuyen los pagos de un préstamo hipotecario a lo largo del tiempo. Esta herramienta es de gran ayuda porque:
Además, el cuadro de amortización es útil para todos los tipos de hipoteca. En los préstamos hipotecarios a tipo fijo permite conocer con exactitud cómo evolucionará la deuda, ya que las cuotas no cambian con el tiempo. Y en las hipotecas variables o mixtas, aunque el importe de las cuotas puede variar tras cada revisión del tipo de interés, la tabla sigue siendo fundamental para entender cómo se distribuyen los pagos y de qué manera afecta cualquier modificación en las condiciones del préstamo.
Cuando se consulta una tabla de amortización, un usuario verá una serie de conceptos que conviene conocer para saber cómo interpretarla:
Asimismo, en el documento, aunque no en la tabla, suele reflejarse el importe de la hipoteca, la fecha de inicio y el plazo de amortización expresado en años y/o meses.
Por lo expuesto, ya te habrás hecho una idea sobre qué es y para qué sirve un cuadro de amortización. Pero, debido a su importancia, vamos a ahondar algo más en lo referente a su utilidad. Toma nota:
Ya que hemos hecho referencia a él, llegados a este punto es conveniente explicar que un sistema de amortización es la forma en que se organizan los pagos de una hipoteca; es decir, cómo se reparte cada cuota entre capital e intereses durante todo el plazo del préstamo hipotecario. En España, el sistema de amortización más habitual es el francés, si bien existen otros como el alemán y el americano.
Se caracteriza por tener una cuota constante durante todo el plazo del préstamo. Sin embargo, la composición de las cuotas varía:
No obstante, si el tipo de interés es muy bajo, como ocurre actualmente, la diferencia puede ser muy reducida o incluso invertida, amortizándose más capital que intereses desde la primera cuota.
En este caso, se paga una cantidad fija del capital en cada cuota y el interés varía mes a mes. Esto hace que el importe mensual de la cuota sea decreciente con el transcurrir del tiempo.
Y este sistema de amortización consiste en pagar los intereses que se van generando durante la mayor parte del plazo y en amortizar el capital solicitado en una o varias cuotas finales. Poco frecuente en España, suele aplicarse en contextos específicos como inversiones a corto plazo.
Para entender un cuadro de amortización, antes es fundamental comprender cómo se desglosa la cuota mensual de una hipoteca.
Dicho esto, a estas alturas de la guía es lógico que te preguntes cómo se reflejan las cuotas, los intereses, el capital, etc., en un cuadro de amortización. Para que puedas familiarizarte con dicho documento, nada mejor que hacer una simulación aplicando el sistema francés.
Suponte que obtienes un préstamo hipotecario de 100.000 euros a 30 años (360 cuotas) con un tipo de interés fijo del 3% anual. Pues bien, un cuadro de amortización mostraría los siguientes datos (a modo de referencia, sólo exponemos las primeras seis cuotas):
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Gracias a este desglose, un usuario comprende con claridad cómo se calcula la cuota mensual de su hipoteca y cómo evoluciona con el tiempo en lo relativo a los intereses abonados, el capital amortizado y el capital pendiente.
Una vez explicado qué es el cuadro de amortización y expresado gráficamente mediante su correspondiente tabla, es probable que quieras saber qué sucede si amortizas anticipadamente, esto es, si realizas pagos adicionales al capital pendiente antes de la fecha acordada. Algo bastante usual para liquidar y cancelar la hipoteca con antelación.
En este sentido, es preciso distinguir entre dos tipos de amortización anticipada de un préstamo hipotecario: parcial y total.
Obviamente, tras una amortización anticipada se reajusta el cuadro para actualizar el capital pendiente y, en su caso, el nuevo plazo o cuota. Esto puede traducirse en un ahorro significativo en el pago de intereses, sobre todo si la amortización anticipada se realiza en los primeros años del préstamo hipotecario.
Por cierto, en nuestro blog encontrarás una guía en la que se explica cuándo es el mejor momento para proceder a la amortización de la hipoteca teniendo en cuenta factores como el tipo de interés o la situación financiera personal.
Cuando concede una hipoteca, una entidad bancaria proporciona el cuadro de amortización mediante la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN). Además, puede descargarse en la página web del banco. Y en el caso de que disponga de sucursales, también es posible solicitarlo presencialmente en una oficina.
En definitiva, el cuadro de amortización es una herramienta muy útil para cualquier persona que contrate una hipoteca. Ello es así porque posibilita visualizar de manera detallada cómo se desglosan los pagos a lo largo del tiempo, facilitando de este modo que los usuarios organicen su economía de una forma más eficiente.
¿Cuándo me dan el cuadro de amortización?
¿Qué sistema de amortización se usa en España?
¿El cuadro de amortización cambia con una hipoteca a interés variable?
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