En algunas comunidades autónomas es indispensable contar con una cédula de habitabilidad antes de entrar a vivir en un inmueble. Pero, ¿qué es exactamente y para qué sirve? ¿Qué se necesita para obtenerla? ¿Es necesario renovarla? Si has oído hablar de este documento pero no estás familiarizado con él, a través de esta guía resolvemos todas tus dudas.
En cuanto a qué es la cédula de habitabilidad, se trata de un documento oficial, expedido por la comunidad autónoma o el ayuntamiento, cuyo objetivo es certificar que una vivienda reúne una serie de condiciones mínimas de salubridad, higiene y seguridad para ser habitada.
Esas condiciones o requisitos contemplan desde la superficie de las estancias hasta las instalaciones de servicios básicos y esenciales como el agua, el gas o la electricidad, pasando por las condiciones estructurales, la iluminación o la ventilación. En definitiva, una cédula de habitabilidad garantiza que una vivienda es digna de ser ocupada.
Por cierto, no todas las cédulas de habitabilidad son iguales y existen diferentes tipos dependiendo de la antigüedad del inmueble o las actuaciones practicadas en la propiedad:
Por lo expuesto, queda claro que, en el ámbito inmobiliario, la cédula de habitabilidad es un documento imprescindible, en algunas comunidades autónomas, para poder habitar un piso o una casa. Y no solamente eso. Además, se solicita para realizar trámites importantes relacionados con el inmueble:
Si llegados a este punto necesitas el documento pero no sabes cómo conseguir la cédula de habitabilidad, para empezar es importante que sepas cuáles son los requisitos que debe reunir un inmueble para poder solicitarla.
Todos esos requisitos se encuentran plasmados en el certificado de habitabilidad firmado por un arquitecto o arquitecto técnico tras comprobar que la vivienda en cuestión cumple las condiciones de espacio y ventilación, así como las normas de seguridad y salubridad exigidas:
Una vez obtenido el certificado de habitabilidad, tocará presentar la documentación para iniciar el trámite de solicitud. El mismo puede variar de una administración a otra, pero, a grandes rasgos, estos son los papeles exigidos por la comunidad o el ayuntamiento:
Y a esa documentación general habrá que sumar la específica según el tipo de cédula de habitabilidad solicitado:
Ahora que ya tienes claro todo lo referente a la cédula de habitabilidad y sus requisitos, es lógico que desees saber cuál es el procedimiento a seguir, paso a paso, para conseguir el documento. Pues bien, el mismo difiere según la cédula que se solicite.
En el caso de las viviendas de obra nueva, el constructor o promotor inmobiliario está obligado a solicitar el documento antes de que sean transmitidas y, si así lo exige la normativa autonómica, entregársela al comprador en el acto notarial de firma de escritura y entrega de llaves.
En este supuesto, la solicitud se lleva a cabo a través del propietario de la vivienda o la persona autorizada por él. Y el trámite consiste en:
Una vez que la documentación es revisada, la administración autonómica o municipal procede a expedir la cédula de habitabilidad renovada.
Como en la situación anterior, el responsable de solicitar la cédula es el propietario de la vivienda. Y el proceso de tramitación es similar al de la cédula de obra nueva:
Ahora bien: en lo relativo a la solicitud de la cédula de habitabilidad, hay notables diferencias entre regiones. Por ejemplo, se requiere dicho documento en las siguientes comunidades y ciudades autónomas:
No obstante, es aconsejable informarse en cada comunidad y ciudad autónoma de nuestro país, pues mientras en algunas la licencia de primera ocupación municipal ha sustituido a la cédula de primera ocupación, en otras la cédula de habitabilidad sigue siendo obligatoria para vender o alquilar una propiedad y contratar los suministros básicos.
Obviamente, desearás saber cuánto cuesta una cédula de habitabilidad. Pues bien: el desembolso final es la suma de la tarifa del técnico encargado de emitir y firmar el certificado de habitabilidad y las tasas administrativas.
Por lo tanto, una cédula de habitabilidad puede costar entre 110 y 280 euros dependiendo del profesional contratado, las características de la vivienda, el lugar donde se tramite la solicitud y el tipo de documento requerido.
Otro aspecto a considerar sobre la cédula de habitabilidad es su vigencia. ¡Ojo! Al no tratarse de un documento indefinido, tiene fecha de caducidad y, por lo tanto, debe renovarse cuando finaliza su plazo de validez: por lo general, entre 10 y 15 años.
Transcurrido el tiempo de vigencia determinado para cada cédula, será necesario tramitar su renovación si se exige su presentación bien para vender o alquilar la vivienda, bien para contratar suministros básicos.
Ahora, supongamos que te dispones a escriturar una vivienda. ¿Necesitarás una cédula de habitabilidad? ¿Este requisito es obligatorio en toda España? ¿Qué riesgos y limitaciones legales implica no disponer de dicho documento?
Y por lo que respecta a si una persona se puede empadronar en una casa sin cédula de habitabilidad, en la práctica dependerá del ayuntamiento. En cualquier caso, es primordial tenerla, ya que, aunque sea posible empadronarse sin ella, quizás luego sea necesaria para dar de alta los suministros.
Confiamos en que hayas despejado tus dudas sobre la cédula de habitabilidad, un documento que aún se exige en muchos lugares de España. Este documento garantiza que una vivienda puede ser habitada y en ocasiones es imprescindible para vender o alquilar un piso o contratar los suministros básicos.
¿Cómo se consigue la cédula de habitabilidad y qué documentación hace falta?
Se obtiene contratando los servicios de un arquitecto o arquitecto técnico para que emita un certificado de habitabilidad, que se presenta a la administración pública correspondiente junto a la documentación requerida por esta: DNI, escritura/nota simple o contrato de alquiler, impreso de solicitud, justificante de pago de las tasas y, en caso necesario, licencia de obras y CFO.
¿Qué pasa si no tengo la cédula de habitabilidad?
En muchas zonas de España, carecer de cédula es un impedimento para vender o alquilar una propiedad. Además, si no la tienes puede que tengas problemas para contratar servicios básicos. Y en algunos municipios, es probable que no tramiten tu empadronamiento.
¿Cómo puedo saber si una vivienda tiene cédula de habitabilidad?
Consultando al propietario o dirigiéndote al registro autonómico o municipal correspondiente.
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