¿Qué son las pisicinas de arena y por qué son tan populares?

¿Qué es una piscina de arena?
 

Como indica su nombre, una piscina de arena imita el aspecto de una playa natural y resulta más atractiva para quienes valoran el diseño paisajístico y la originalidad en comparación con una piscina convencional. Y entre sus características principales cabe destacar las siguientes:

• Entrada similar a una playa (sin escalones).
• Acabados con arena compactada y resinas.
• Integración paisajística.
• Diseño personalizado con curvas o formas irregulares.
• Sensación estética similar a un entorno natural.
   

¿Cómo se construyen las piscinas de arena?
 

Aunque existen otras alternativas, para construir una piscina de arena suele emplearse como base un vaso de hormigón en el que se utiliza la técnica del gunitado, consistente en proyectar el hormigón con una manguera que facilite controlar su vertido y nivelado. Además, garantiza la estanqueidad y la adherencia de los materiales.

En el caso de estos últimos, cabe destacar las resinas especiales, el microcemento y, lógicamente, una arena fina en el fondo de la piscina que simule la sensación de entrar descalzo al mar. Sin olvidar, claro está, un eficaz sistema depurativo que elimine las impurezas del agua y la mantenga en condiciones higiénicas y seguras para el baño.

Y en la construcción también se debe prestar especial atención a elementos decorativos como las rocas o la vegetación. De ahí que en el proceso constructivo de una piscina de arena se recomiende contar con el asesoramiento de un arquitecto paisajista.

Una vez construidas, las piscinas de arena se diferencian de las piscinas tradicionales por una serie de peculiaridades:

• Al tener un diseño de formas naturales, las piscinas de arena carecen de bordes definidos y líneas rectas.
• La entrada a estas piscinas se realiza caminando progresivamente, sin escaleras, como si se tratase de una playa.
• Las piscinas de arena se integran mejor en el entorno.
• Y para su construcción se requieren técnicas de aplicación especializadas (como la proyección y alisado manual del revestimiento con áridos y resinas para lograr una superficie continua, antideslizante y duradera), sobre todo en el acabado final.
   

Ventajas de las piscinas de arena
 

Por lo expuesto, ya te habrás podido hacer una idea de cómo son las piscinas de arena. Ahora bien: al igual que sucede con una piscina tradicional, las piscinas de arena tienen sus pros y contras. Veamos, en primer lugar, sus ventajas:

• Integración con el entorno natural. Al mimetizarse con el ambiente que las rodea, estas piscinas son ideales para proyectos con orientación paisajística.
• Diseño a medida. Cada piscina de arena es única al adaptarse a los gustos del cliente y las particularidades del terreno.
• Entrada progresiva. La entrada tipo playa es especialmente beneficiosa para familias con niños pequeños y personas de avanzada edad o con dificultades de movilidad.
• Superficie antideslizante. Al no ser resbaladizo, el revestimiento final es agradable al tacto y contribuye a prevenir caídas o accidentes.

Y no sólo eso. Teniendo en cuenta su exclusividad y atractivo visual, las piscinas de arena aportan valor añadido a una vivienda o un conjunto residencial. Un detalle a considerar tanto en la venta como en la compra de un bien inmueble.
 

Inconvenientes de las piscinas de arena
 

En cuanto a las desventajas de las piscinas tipo playa, a un coste inicial más elevado debe sumarse un mantenimiento especializado:

• Coste inicial más elevado. Su diseño personalizado y el uso de materiales específicos y mano de obra especializada se traduce en una inversión superior que la de una piscina tradicional o prefabricada.
• Mantenimiento especializado. Asimismo, las piscinas de arena requieren un mantenimiento especial que detallamos en el siguiente apartado.

Por lo que respecta al clima, si bien este tipo de piscina se relaciona habitualmente con climas cálidos o templados, lo cierto es que son capaces de adaptarse a zonas frías.