Erico Navazo es elegancia y sobriedad, sin renunciar a un estilo inconfundible. Su visión clásica y a la vez moderna del interiorismo ha marcado una trayectoria de éxitos que lo han consolidado entre los principales diseñadores del panorama nacional. Hoy te invitamos a conocerlo un poco mejor.
El padre de Erico, ebanista y propietario de una empresa de muebles fue determinante en su pasión por el diseño: "Él fue mi mayor apoyo cuando decidí a qué me quería dedicar. Comenzó en la década de 1950 y se adaptó a las tendencias de la época. Lo que más destaco son los funcionales armarios modulares que fabricó en los años 80". Durante ese tiempo, nuestro protagonista también solía acompañar a decoradores en sus proyectos, ya que la figura del interiorista como tal aún no existía. Pero todo estaba a punto de cambiar y él estaba llamado a ser una pieza fundamental en ese cambio.
El estilo de Erico, que él mismo describe como "sereno y honesto", se manifiesta en espacios caracterizados por su fluidez, naturalidad, sofisticación y una austeridad no carente de lujo. Tal y como explicó en la Revista AD: "Siempre he buscado el confort en lugar de la teatralidad. No entiendo la idea de dejar un espacio a oscuras con un solo foco iluminando una pieza. La clave es vivir y sentirse cómodo". La identidad de Erico como diseñador se forjó en gran medida gracias a sus mentores. El primero fue el anticuario Fernando Campo de Restelo, a quien conoció poco después de llegar a Madrid. Erico siempre ha apreciado cómo Fernando lo introdujo en el mundo de las antigüedades, enseñándole a analizar, catalogar y comprender la construcción de las piezas. A continuación, trabajó brevemente con el decorador Duarte Pinto Coelho, quien le inculcó una visión más relajada de la profesión; y, finalmente, se formó bajo la tutela de Pascua Ortega, un diseñador legendario que le enseñó todas las facetas del oficio, desde la conceptualización del espacio hasta la metodología.
En el año 2000, cuando estaba considerando independizarse en Nueva York, comenzaron a llegarle sus primeros encargos en España, como una oficina, una casa en El Viso o un apartamento en Lavapiés. Desde aquel momento, la reputación de su estilo, que se caracteriza por tomar elementos clásicos de la Alta Decoración y reinterpretarlos de manera contemporánea, comenzó a difundirse. Ejemplos notables de su versatilidad los encontramos en proyectos como una chocolatería en Burgos, la renovación del Parador de Corias junto a su amigo Pepe Leal, la preparación de dos paradores más (el de Veruela y el de Fuenterrabía) y su trabajo en solitario en El Hierro. Además, Erico fue responsable de la actualización de los salones de bodas donde Julio Iglesias e Isabel Preysler se casaron.
Por otro lado, también ha dejado su huella en muchas ediciones de Casa Decor, donde ha destacado por su enfoque ético y su apoyo a la artesanía y los oficios, en particular los de la península ibérica. En este sentido, Erico defiende la idea de que el interiorismo tiene que ser ético y que debe considerarse cómo se trabaja en otros mercados en términos de costos y condiciones laborales. Para él, la creación de espacios éticos y bien hechos es fundamental para garantizar un lugar de descanso de calidad. Con nosotros, Erico se ha encargado del diseño de interiores de Tribeka, un gran proyecto residencial diseñado por Rafael de La-Hoz en Córdoba. ¡Tienes que verlo! Te prometemos que te va a encantar.