¿Cómo limpiar una tarima laminada?
A todos nos gusta que cada detalle de nuestra vivienda luzca impecable, sin que apenas se aprecie el paso del tiempo con su correspondiente deterioro o marcas de suciedad. Por este motivo, te vamos a poner al tanto de cómo limpiar una tarima laminada. Así, siempre disfrutarás de tu suelo como el primer día.
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Pasa la mopa o la aspiradora
Como en cualquier otro suelo, debemos recoger todo el polvo acumulado, ya sea con la mopa o con una aspiradora. En el caso de que te decantes por esta última, procura que cuente con un accesorio específico para tarimas, ya que son superficies delicadas que pueden acabar acusando las rozaduras y el desgaste causados por un mal uso de la aspiradora. Por otro lado, la mopa es más delicada y garantiza que no se produzcan rayaduras, pero no es precisamente rápida, por lo que lo más conveniente es alternar ambas opciones según el tiempo disponible.
Pasa la fregona
Lo sentimos, no queda más remedio. Y procura que sea de calidad, usándola siempre correctamente escurrida para evitar que queden surcos. En cualquier caso, siempre podrás añadir al cubo de agua un producto jabonoso específico para cuidar esta clase de materiales.
Presta atención a las ranuras
Es posible que por los pequeños huecos o juntas de los listones se haya acumulado algo de polvo y que con el tiempo hayan quedado unas líneas negras que deslucen tu suelo. En ese caso, hay mucho que puedes hacer al respecto y no necesitas ninguna herramienta especial; puedes servirte de un cepillo o un paño. Solo tienes que impregnarlo con alcohol y pasarlo con suavidad por la zona.
¿Qué hacer con las manchas difíciles?
Es cierto que determinadas manchas pueden suponernos todo un reto y que la delicadeza de estos suelos nos veta la posibilidad de emplear productos agresivos. Pero que no cunda el pánico, porque podemos recurrir a otras sustancias de gran eficacia que no dañan el suelo.
Así, para eliminar o atenuar la intensidad de las manchas blancas podemos recurrir a la sabiduría popular y sus trucos caseros. Solo necesitamos crear una pasta bastante espesa con ingredientes como el bicarbonato de sodio y la mayonesa. Repartimos la mezcla por la mancha y la dejamos actuar durante unos 5 minutos. Luego la retiramos con un trapo y ¡listo!
¿Y qué hacer ante una mancha de grasa? En este caso podemos optar por espolvorear sobre la zona talco o ceniza caliente, pero sin carbón. Este truco servirá para que se absorba la suciedad de manera natural. Eso sí, ármate de paciencia, ya que conviene dejarla actuar durante 24 horas. Luego lo limpiamos con un paño. ¿Qué tal ha quedado? ¿A que parece magia?
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