Ideas para cambiar las puertas de tu hogar

¿Cambiar o restaurar?

La primera decisión que debemos tomar es si vamos a cambiar la puerta o a restaurarla y, para ello, es importante conocer qué implica cada una de las opciones. Así, la restauración es conveniente cuando las puertas son de buena calidad y debemos procurarles un buen mantenimiento para que duren el mayor tiempo posible. En estos casos, la mejora a nivel estético y el cuidado del material darán como resultado una nueva puerta sin necesidad de cambiarla.

Por otro lado, si nuestras puertas ya no nos gustan, no se encuentran en buen estado, o no coinciden con el estilo decorativo de nuestra casa, entonces cambiarlas será la mejor decisión.
 

Conoce el tipo de puerta perfecto para ti

Existen diferentes tipos de puertas que puedes instalar en tu hogar. A la hora de elegir, atenderemos a aspectos como el espacio disponible y la estética que queremos conseguir con el cambio.
 

Puertas de apertura abatible

Estas puertas son las más comunes en la mayoría de las casas, sobre todo las de una hoja. Para grandes estancias como salones, las puertas abatibles de dos hojas son perfectas.

Puertas correderas

Las puertas correderas son una gran opción cuando queremos ahorrar espacio, aunque debemos tener en cuenta que existen dos variantes: las puertas correderas empotradas, que conllevan una obra para su instalación dado que hay que introducir la hoja dentro de la pared; y las puertas correderas sobrepuestas, en las que la instalación consiste en una guía enganchada en la pared, sobre la que se desliza la hoja.

Puertas Plegables

Las puertas plegables también son una buena elección si necesitamos espacio, además su instalación es sencilla. Para poder plegarse y extenderse están compuestas por lamas que son tablones o paneles que permiten ese movimiento de la puerta para abrir y cerrar.
 

Puertas Pivotantes

En el caso de las puertas pivotantes su peculiaridad es que giran en función de un eje vertical, debido a unos pernos giratorios, por los que la puerta pivota, pudiendo abrirse hacia un lado o hacia el otro, a diferencia de las abatibles que tienen instaladas las bisagras a un lado.

Este tipo de puertas necesitan una instalación diferente y, además, suficiente espacio para ella dado que esta forma tan original de apertura ocupa más que el resto de las puertas. Un detalle que no debemos olvidar cuando cambiamos nuestras puertas es el marco, ya que pueden ser planos o en relieve, lo que, junto al color que elijamos, le dará aún más personalidad a nuestras puertas.

Elige el material para tus puertas

La composición de nuestras puertas es importante, porque el material elegido determinará su durabilidad y su calidad. En este sentido, existen varias opciones que es interesante conocer para decidir la que mejor vaya con nuestros gustos y presupuesto.  
 

Puertas Macizas

Este tipo de puertas se fabrican con materiales macizos, normalmente de madera natural, y se caracterizan por que el interior no tiene espacios. Ello las hace más pesadas, pero también muy útiles como aislantes, tanto del frío como del ruido. Las puertas macizas tienen una gran calidad y, si las cuidamos, tendrán una larga vida.

Puertas Chapadas

Este tipo de puertas tienen un interior compuesto por aglomerado o MDF (fibropanel de densidad media), que se cubre imitando la textura de cualquier madera. También puede ser de aluminio, la decisión dependerá de nuestro gusto personal. El resultado es una puerta menos pesada que la maciza, que ofrece una gran resistencia y rigidez.

Puertas Huecas

Las puertas huecas son la opción más económica y de menor calidad que el resto. Su interior está hecho de cartón de abeja, lo que hace que no sean buenas aislantes, pero son menos pesadas que el resto. El revestimiento de este tipo de puertas suele ser la melamina, una resina orgánica que se puede tratar como la madera y además aparenta serlo.
 
Las puertas son una de las partes más importantes de nuestro hogar, saber qué tipo es el adecuado para mis necesidades o qué material debo elegir, es esencial a la hora de cambiar las puertas de nuestra casa.