¿Qué son los campos electromagnéticos en el hogar y cómo evitarlos?

¿Qué genera un campo electromagnético?

Lo cierto es que están por todas partes y apenas nos percatamos de su existencia, a pesar de que con el tiempo han ido ganándonos terreno en casa: teléfono móvil, iluminación, router, radio despertador, televisión, lavadora, ordenadores… Todos ellos generan una contaminación electromagnética que aunque invisible, está más que presente. Así, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), numerosas investigaciones sugieren que los campos electromagnéticos –ya sean de altas y/o bajas frecuencias– pueden alterar la biología tanto de las personas como de los animales.

¿Cómo influyen los campos electromagnéticos en la salud?

Una alta exposición a campos electromagnéticos se asocia a problemas de mareos, fatiga, dolor de cabeza, picor de piel, ansiedad, depresión, pérdida de concentración, de memoria y alergias, entre otros muchos efectos. Tanto es así que la OMS aconseja aplicar ya el principio de precaución, pues algunas de estas radiaciones se han llegado a calificar como posibles carcinógenas.  

¿Cómo disminuir los campos electromagnéticos en el hogar?

Aunque visto lo anterior, parece imposible escapar de ellas, puedes minimizar su presencia en el hogar si sigues estos sencillos consejos:

• En el dormitorio, no mantengas los aparatos electrónicos encendidos, ya que perjudica el descanso nocturno y resta calidad al sueño. Además, recuerda no dejar el móvil cargando en la mesilla durante la noche. 

• No lleves el teléfono móvil en el bolsillo y, al hablar, procura usar el manos libres o unos auriculares de tubo de aire.
• Desconecta el router cuando no lo estés usando y, en la medida de lo posible, decántate por las tecnologías con cable. Intenta colocar, asimismo, estos dispositivos que emiten radiaciones en los lugares de la casa menos concurridos.
• A la hora de escoger las bombillas, escoge las de tipo LED, ya que carecen de mercurio y te permitirán prescindir de las radiaciones UVA, al tiempo que ahorras en tus facturas.
• Es importante que tengas presente el entorno de la vivienda y que huyas de aquellas edificaciones que se encuentran próximas a líneas de alta tensión, transformadores eléctricos, antenas de telefonía móvil, antenas Wi-Fi o repetidores de televisión y radio.
• No emplees mantas eléctricas ni calefactores eléctricos pues de ellos emanan fuertes campos eléctricos y magnéticos.
• En la cocina es recomendable instalar cocinas de gas o vitrocerámicas y evitar las placas de inducción, ya que estas últimas pueden ser responsables de gran parte de la contaminación electromagnética que se concentra en esta estancia.
• Permanece lo más alejado posible de las lavadoras y lavavajillas mientras se encuentran en funcionamiento.
• Si tienes un bebé, prescinde de los monitores inalámbricos que avisan cuando los pequeños lloran. Estos aparatos se sitúan a medio metro o incluso a menos de la cabeza de los niños y emiten potentes ondas de efectos desconocidos.

• Airea y ventila con frecuencia la casa para evitar la acumulación de iones positivos del ambiente, que nos causan fatiga, dolores musculares y mareos.

Es cierto que no podemos controlar todos los factores que afectan a la radiación electromagnética, pero si ponemos en práctica los consejos que acabamos de ver, por lo menos, conseguiremos reducir su intensidad en nuestro hogar.