Cuando decidimos comprar una vivienda sobre plano, no nos queda más remedio que aprender a interpretarlos. De hecho, a muchas personas, no les resulta sencillo distinguir todos los datos, mediciones y elementos que reflejan. Por ello, y dada su enorme importancia, en este post vamos a ayudaros a desentrañar todos los detalles que necesitas saber para interpretar un plano correctamente.
A estas alturas casi todos tenemos clara la relevancia del plano a la hora de ejecutar una obra. Sin embargo, existen muchos tipos distintos y podemos averiguar a cuál pertenece si nos fijamos en el el cuadro que se localiza normalmente en la parte de abajo, justo a la derecha con las abreviaturas cim. (cimentación), arq.(arquitectura) o san.(sanitarios) etc.
Aún así, para que no tengas ninguna duda, vamos a ver sus características una por una.
Entre estos destacan los de planta y el de situación, que son los más habituales, dado su interés. Los analizamos en primer lugar y luego abordaremos el resto.
Una vez que tenemos claro cuál es la naturaleza del plano, debemos consultar su leyenda, que es la sección donde encontraremos las especificaciones generales referentes a aspectos como tuberías, registros hidráulicos, mobiliario urbano, vegetación, etc. En ella, también encontramos términos fundamentales para la correcta interpretación de los planos de una vivienda, como la superficie útil y la superficie construida.
Te explicamos todo lo que tienes que saber acerca de estas dos a continuación:
Aunque existen diversos formatos, en general, un plano arquitectónico consta de los siguientes apartados:
No hay que olvidar que debe aparecer la escala en la que se han realizado los planos, ya que nos sirve para representar la equivalencia de la medida en el papel con respecto a la realidad. Así, para una escala 1:100, un centímetro en el plano supone cien centímetros en la realidad; es decir, un metro.
Una de las singularidades de los planos es que se elaboran cumpliendo con unas normas internacionales como las que nos plantea la Organización Internacional de Normalización mejor conocidas como las ISO, además de otras como las de la Asociación Española de Normalización o UNE, de uso habitual en nuestros país. Con esta homogeneización se pretende que cualquier persona que disponga de conocimientos en planimetría comprenda los planos y pueda interpretarlos sin dificultad a pesar de proceder de distintos países.
En conclusión, ahora que conoces un poco mejor los distintos tipos de planos y sus particularidades, esperamos que puedas interpretarlos con más facilidad en la compra de tu próxima casa.
Ya acondicionada y equipada, vamos a acomodar la sala de cine de nuestro hogar. Disfrutar de la gran pantalla en casa solo es posible si contamos con asientos ideales, un elemento básico para esta estancia donde gozar a lo grande de películas y series. Pero no perdamos de vista el resto de muebles que completan este espacio de ocio.
¿Opciones? Butacas de cine con reposabrazos, posavasos para las bebidas y motor para regular la postura deseada. Sofás amplios de varias plazas o esquineros para disfrutar de la experiencia al completo. Y tapizados como el cuero o el algodón, que son de lo más confortable.
Para no ensuciar los asientos es recomendable colocar mesas auxiliares en las que depositar la comida o el móvil. Para aprovechar al máximo la sala, puedes instalar una barra al fondo con taburetes para disfrutar en compañía de los eventos deportivos.
¡Ah! No podíamos olvidar el detalle definitivo con el que crear un ambiente real de sala de cine: nuestro pequeño capricho es un carrito palomitero. Tus palomitas listas en pocos minutos y un olor muy agradable en el ambiente. Si hay pequeños en casa, ¡van a alucinar!
Ahora ya sabes los pasos que debes seguir para crear tu propia sala de cine en casa o para acondicionar, equipar y acomodar un espacio dedicado a la desconexión y al disfrute audiovisual. ¿Te animas?
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