Aunque cada vez está más demonizado, no todo es consumismo y frivolidad en San Valentín. Sobre todo si nos quedamos con la esencia de la fiesta y nos centramos en recordarle a nuestra pareja lo importante que es en nuestra vida. Por lo tanto, si eres un romántico irreductible y todavía crees en la magia del amor, a continuación te contamos cómo celebrar San Valentín en casa.
Ya te adelantamos que nuestras propuestas son económicas, bonitas y, sobre todo, muy románticas. Si te decides a ponerlas en práctica, será difícil que tu pareja te deje plantado ante la colección de buenas ideas que hemos recopilado especialmente para ti.
No hay nada como una cena romántica en casa. Si cuidas cada detalle, tienes el éxito asegurado, pero, por si aún tienes dudas, te dejamos con estos trucos: cocina sus platos preferidos, escoge la mejor materia prima, mima la decoración de la mesa, enciende unas velas, coloca una dulce música de fondo… Puede sonar a cliché, pero son clásicos imperecederos que nunca defraudan.
Pocos podrán resistirse a semejante plan. Prepara la bañera con unas sales relajantes, enciende las consabidas velas y, por supuesto, selecciona una música adecuada para la ocasión. También puedes servir unas copas de un buen vino para completar tu estrategia romántica.
Si tienes una terraza o un jardín, ¿qué te parece sacar unas mantas y unos cojines y tumbaros a mirar el cielo nocturno? Una vez más, añade música, una iluminación tenue (para que podáis contemplar el firmamento en todo su esplendor) y disfrutad rememorando las primeras noches que contemplasteis juntos.
Este es otro de los clásicos que nunca pasa de moda. Elige sus caprichos favoritos: croissants, unos donuts, tostadas con mermelada, zumo de naranja natural, café con leche… Y no olvides añadir una flor para redondear la presentación. ¡No se nos ocurre una mejor manera de empezar el día de los enamorados!
Si tienes niños en casa y no tienes con quién dejarlos ¿por qué no cuentas con ellos? Al fin y al cabo es la fiesta del amor y no hay mayor expresión de vuestra unión que vuestros hijos. Invítalos a participar en los preparativos, cuenta con ellos para decorar la casa, o para preparar la cena y acabad el día con una peli, mantita y bombones. No suena tan mal ¿no?
Por supuesto, mantener el secreto es básico para que la sorpresa sea mayúscula. Procura disimular, juega al despiste y disfruta de su cara de sorpresa cuando se desvele el plan que habías pensado. ¡Feliz día de los enamorados!