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Cómo y por qué se puede convocar una junta extraordinaria de vecinos
Normalmente en la Junta ordinaria de vecinos se celebra de manera anual para tratar diversos temas, pero en ocasiones urge abordar cuestiones que no admiten demora. Para estas situaciones, se suele recurrir a la convocatoria de una junta extraordinaria de la comunidad de propietarios. A continuación, explicaremos sus requisitos y principales características.
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¿Quién puede convocar una junta extraordinaria de vecinos?
El artículo 16 de la ley de Propiedad Horizontal (LPH) detalla quién puede convocar una junta extraordinaria:
- El presidente de la comunidad
- A solicitud de al menos el 25% de los propietarios.
- Si es requerida por un número de propietarios que representen como mínimo el 25% de las cuotas de participación.
¿Cuándo se puede convocar una reunión extraordinaria de comunidad?
En cualquier momento se puede decidir celebrar una convocatoria extraordinaria. Existen diversos motivos que pueden justificar la urgencia. Por ejemplo, debido a la necesidad de nombrar a un presidente o porque se tenga que aprobar una importante derrama para hacer frente a un gasto extraordinario que, por lo tanto, no estaba previsto en las cuentas anuales.
Requisitos de una convocatoria de junta extraordinaria de la comunidad de propietarios
Es obligatorio que se convoque con 24 horas de antelación como mínimo. Incluso menos si la comunidad es pequeña y cuenta, en consecuencia, con pocos vecinos.
Es posible convocar tantas juntas extraordinarias como sea necesario, pero siempre con sentido común.
Plazo para convocar la junta extraordinaria de vecinos
El presidente, una vez informado, debe contestar dentro de un plazo y convocar la junta de inmediato. En caso contrario, los vecinos estarán facultados para hacerlo en su lugar. Incluso pueden dirigirse al secretario o administrador de fincas para que les ayude a citar al resto de propietarios.
Para ello normalmente se acude a dos vías:
- Por escrito de manera individual a través del correo ordinario o el e-mail.
- A través de una publicación en el tablón de anuncios o un punto visible en el zaguán del inmueble.
Es importante que se convoque con la debida antelación para que todos puedan estar al tanto de ello, aunque es posible comunicar su celebración tan solo 24 horas antes dada si la urgencia así lo requiere.
De esta manera, aquí no sucede como en las ordinarias que se convocan al menos con un plazo mínimo de 6 días de antelación. Las extraordinarias se convocan a la mayor brevedad posible.
¿Qué debe contener la convocatoria para una junta extraordinaria?
Una vez que se ha reunido el quórum suficiente, uno de los vecinos –representando al resto de los convocantes– o varios de ellos, podrá dirigirse al presidente para pedirle su celebración. Aunque se puede efectuar la petición de manera oral, se aconseja que se haga por escrito, ya sea por correo certificado o burofax.
En este documento se tendrán que hacer constar los siguientes elementos:
- Orden del día con los puntos a abordar en la reunión
- Fecha y hora de la realización de la junta extraordinaria.
- El listado de los propietarios que no están al corriente de pagos. No podemos pasar por alto que los propietarios morosos no podrán ejercer su derecho al voto y debemos comunicarle este hecho. De lo contrario, no se le puede negar el derecho a voto aunque no haya abonado las correspondientes cuotas.
- El motivo de la urgencia de la convocatoria.
Preguntas frecuentes
¿Cuántos vecinos son necesarios para convocar una junta extraordinaria?
La convocatoria de una junta extraordinaria debe solicitarla al menos el 25% de los propietarios o un número de propietarios que representen como mínimo el 25% de las cuotas de participación.
¿Qué es una junta extraordinaria de vecinos?
Las juntas extraordinarias de vecinos ofrecen la posibilidad de tratar cuestiones de carácter urgente que afectan a los bienes comunes de los propietarios y que requieren de una solución inmediata.
¿Qué se hace en una junta extraordinaria?
La junta extraordinaria suele reservarse para tratar cuestiones que deben abordarse de manera inminente. Por ejemplo, en el caso de que se precise aprobar una derrama, haya que cambiar al administrador de fincas o el presidente haya fallecido.
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